CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 123
refiere a un caso de más atrocidad repugnante cometido contra civiles alemanes
inocentes 1 :
El jefe de la compañía del regimiento de infantería Nº 58 (sede en Posen)
Después de que se le presentaran más de cien populares alemanes y le hubieran
comunicado el fusilamiento de cuatro de ellos, preguntó a los 300 a 400 soldados
que se hallaban en el pateo del cuartel: "Entonces, queréis ver aún más de esa
carne de cerdos hitleristas "Respondiendo ellos:" ¡Sí, sí, fusilen a todos esos
cerdos! ", Él dio en la cabeza de uno de los alemanes cerca de quince golpes con
un garrote, de suerte que la víctima echó sangre por la boca, la nariz y los oídos,
mandando a continuación, ponerlo a la pared y matándolo con su browning. Y,
todo hinchado, pregunta a los soldados: "¿Queréis más de esa carne de cerdos
hitleristas?" Después gritaran todos al unisono: "Todos a la pared", él saca, al
azar, a otros dos alemanes del grupo, mandando sacar, al hombre que le estaba
al lado, y otro alemán, para matar a esos tres infelices, también, con su browning.
Por último, de las tres vivas al mariscal Rydz-Smigly y manda cantar el himno
nacional polaco.
Fuente: WR II.
59. Los ojos perforados.
El testigo Adolf Diosterhoeft, albañil en Schwersenz, cerca de Posen, depuso bajo
juramento:
... El 14 de septiembre de 1939 trajeron los cadáveres a Schwersenz y yo tuve la
oportunidad de ver el de mi hijo Arthur, nacido el 23 de septiembre de 1909, y el
del operario Kelm. En uno y otro: los huesos de la cara estaban aplastados, los
ojos perforados y, en el cuerpo, tenían heridas producidas por balas. El vientre
de mi hijo estaba rasgado, colgando los intestinos hacia fuera. Según me
contaron, los cadáveres de los otros alemanes se hallaban en el mismo estado.
Fuente: WR II.
60. Las quijadas, quebradas - castrados.
El testigo Hermann Matthies, carro en Schwersenz, depuso bajo juramento:
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Véase en detalles. en el relato de Wesner.