CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA crimenes_polacos | Page 81

47. El rostro tripartido. El testigo Ida Albertini, mujer del profesor en Kamineck, depuso bajo juramento: ... En nuestro cementerio fueron exhumadas hasta ahora 26 personas tr aidas de las vecindades y que ya habían sido enter radas. Yo misma vi los cadáveres y puedo declarar, al respecto, lo siguiente: Parte de ellas fue a tiros; en parte, pero fue muerta, sin duda, a golpes o con armas percuentes. Eran tres mujeres y 23 hombres. Con respecto a las lesiones que he visto, puedo decir lo siguiente: En el cadáver de una mujer faltaba la mitad de la cara, probablemente decepcionado por golpe de sable; el cadáver de un hombre presentaba tres heridas en el pecho de suerte que en un lugar se veía el hígado; en el cadáver de Emil Konrad, el rostro estaba tripartido, por un golpe atravesado por la frente y otro formando con aquel un ángulo recto. En el cadáver de Luise Konrad, la mano estaba mutilada, hallándose, sólo por unos pocos tendones; del cadáver de un hombre habían arrancado los dos ojos que pendían sobre el rostro. Fuente: WR II. 48. Puntapies en la cara. - Un carro debía pasar por encima del alemán agonizante. Act. te Kulm, 23 de noviembre de 1939 De acuerdo con lo dispuesto en el artículo. El fiscal publico ante el Tribunal Especial de Bromberg. Regalos: Bengsh, promotor público como investigador. - Agnes Pischke como escribano. En el proceso interpuesto contra Wladislaus Rybicki, acusa de asesinato, comparece debidamente intimado, el testigo Heinrich Krampitz que, informando sobre el objeto del interrogatorio y exhortado a decir la verdad, así como sobre el alcance del juramento, declaró: En cuanto a la persona: Me llamo Heinrich Krampitz; nací el 30 de mayo de 1921 en Kulm, soy electricista en Kulm, r. Schulstrasse, 4; de confesión católica; pertenezc o a la minoría alemana y no soy pa riente ni aparente del acusado. En cuanto a la causa: el domingo, 3 de septiembre, parti, desde Kulm hacia Thorn, con cerca de 28 polacos, en un camión guiado por el reo Rybicke. Mi destino era Thorn. Como Thorn estaba ocupada, seguí viaje en el mismo camión. El lunes, día 4 de septiembre de 1939 al caer la noche, nuestro camión se quedó parado, a unos 1,5km. lejos de Wloclawek, debido a una falla del motor. En esa hora, pasaba un grupo de alemanes que era conducida por miembros de la organización de la juventud polaca (Przysposobiente wojskowe), bajo las órdenes de un oficial polaco. Cuando la leva había llegado ha s ta unos 50 metros de nuestro vehículo, vi de la tapa del camión donde yo estaba un hombre de edad, caer del medio del grupo, quedando acostado en la carretera. El grupo pasó por adelante, quedando el alemán rodeado por civiles que venían acompañado el grupo desde Wloclawek; Rybicki se asentó también de la multitud que comenzó a dar en el alemán indefenso. Cuando Rybicki volvió después a nuestro camión, él dijo que había dado en el alemán un puntapié cuando quería levantarse,