CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 155

soldados. Cuando los alemanes se acercaban a la cima de la colina, las ametralladoras abrieron fuego. Los alemanes cayeron en masa, otros se dejaron caer al suelo. El fuego duró varios minutos. Durante un intervalo, en que probablemente se reemplazaron los cargadores de las ametralladoras, los sobrevivientes, unos 75 hombres, se levantaron de repente para pasar la cima y penetrar en un desfiladero, con el fin de alcanzar un bosque que quedaba a unos 500 metros de la di stancia. Contra el fuego de las ametralladoras se hallaban seguros por la elevación del terreno, pero, en esa ocasión, iniciaron su tarea los soldados puestos en los fl a nc os . Fue una verdadera matanza contra los alemanes que buscaban salvar sus vidas. La mayoría se quedó; pocos, sólo, lograron alcanzar el bosque. Luego, la soldadesca salió de sus escondites. Con las coronillas y las bayonetas aun se golpeaba a los muer tos y los gravemente heridos. Finalmente despojaron a las víctimas de lo que aún poseían y las enterrarian superficialmente. 106. El cartucho como cuerpo de delito. Asesinato de Krueger. El testigo Anna Krueger, de Bromberg-Jaegerhof, depuso bajo juramento: Poco después del mediodía vinieron civiles y soldados uniformados, afirmando que mi marido había disparado con una ametralladora. Fue primero, un soldado y, después, un civil que dieron búsqueda en la casa, el soldado no encontró nada. El civil extendió el brazo por encima del armario, invitando al soldado a buscar una vez má s . Entonces el soldado sacó un cartucho de arriba del armario, fue éste el motivo por el que mi marido, mi hijo y mi yerno fueron arrestados. El miércoles, encontré los tres muertos en el bosque. Quien descubrió los cadáveres fue Frau Gutknecht. Mi marido estaba todo mutilado; su cara aplastada con una gran llaga . Mi marido no había muerto por un disparo. Mi hijo tenía una herida abierta como si le hubieran r a s ga do toda la cara; también no había muerto con un disparo. Fuente: W R II 107. Los sufrimientos de la población alemana de Lissa. Extracto de un artículo publicitado en el "Posener Tageblatt", de 19 de septiembre de 1939. Todavía no podemos concebir que estemos libres, que podamos vivir de nuevo y encontrar nuestra patria bajo la protección de las fuertes armas alemanas. Nadie, entre nosotros, osaba esperar que escapase aquel infierno pol a c o. ¿Cuántos de nuestros compañeros no sucumbieron al salvajismo de esos bandidos, de esos asesinos polacos? 108. Deportado hasta Brest- Litowsk. Informes Karl Mielke, Bromberg (1). Rompió, finalmente, la mañana, del día 17 de septiembre, un domingo. El tumulto de la batalla terminó. ______________________________________________________________________ (1) Publicado en la edición del 19 de octubre de 1939, la revista "Der Volksdeutsche" bajo el título: "Preso, deportado y liberado".