CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS-2020 | Page 135

dirigieron , fue a mí . Me llamaban el organizador gordo de Wongrowitz . En Gnesen , debo añadir , habíamos sido embarcados en vagones para el transporte de ani ma l es ; las 52 personas en un vagón . Las válvulas de ventilación habían sido cerradas , así como las puertas . De una vez , pasamos 6 a 7 horas sin agua y sin poder renovar el aire . Entre Thorn y Wloclawek , nuestro tren , que en ese tiempo se había quedado con cerca de 20 vagones , paró en la línea evidentemente porque fuera esta interrumpida por bombas tiradas en el lecho .
Un día medio después , seguimos hacia Wloclawek , donde tuvimos que abandonar el tren , siendo conducidos , en los 52 hombres , tres veces por la ciudad , cuando varias veces fuimos golpeados . Por lo tanto , por ejemplo , Aubert tuvo el hueso nasal aplastado por un golpe dado con una máquina neumática ; el pastor Rakette recibió un golpe en la cara , dado con un objeto agujero , quedando bañado en sangre ; el invalido de guerra Kiok , que ya estaba casi derrotado , fue abatido a golpes .
En el camino de Wloclawek a Kutno iba una larga columna de inter nados de Argenau , acompañada por una escolta mucho mayor que la nuestra , la cual era de seis policías , sólo . Durante la marcha todos nos recibimos graves golpes . Vimos varias veces vestigios de sangre , en la carretera , provenientes , probablemente , de internados maltratados o heridos de las clases que iban frente a noso tros . Wloclawek , uno de los internados , recibió un tiro de pistola en el pecho .
Él me contó el hecho durante la marcha a Chodtz , cuando tuve licencia de ir pequeña distancia en el mismo carro en que ella yacía . Después de ese corto viaje , un suboficial de la policía me golpeó terriblemente con un garrote de goma , haciéndome bajar del carro , con las palabras : " Perro gordo , puedes ir a pie ". Él mismo subió el carro , dándome la orden de sostenerme acompañado de la misma . Cuando el carro tomaba una velocidad mayor , yo tenía que correr ; si yo no acompañaba , un policía montado en bicicleta me daba golpes .
Yo había pedido permiso para ir en el carro porque tenía la piel desollada en los pies y entre las piernas . A este Chodtz no hubo , en nuestro grupo , fusilamien tos o asesinadas de otra especie . Durante la marcha nocturna , sin embargo , fuimos va ri a s veces , gravemente maltratados . Kiok fue herido en la cabeza por un ladrillo . El pobre hombre cayó , no pudiendo levantarse . Compañeros de la clase que iba detrás de la nuestra , lo levantaron y lo condujeron . Por la primera hora de la noche llegamos a Chodtz y tuvimos que pasar el resto de la noche al día libre .
Al día siguiente fuimos revisados y fuimos alojados en un galpón del ingenio de azucar , donde ya se hallaban unos 30 internados provenientes de Hohensalza y Bromberg . Antes de la partida fuimos divididos en grupos de 1.000 hombres . Supe , más tarde , por el capitán del ejército que comandaba a nuestro grupo , que fuera poco menos de seis mil internados que partieron de Chodtz .
Me encontré en el tercer grupo . En el camino hubo graves disparos sobre compañeros que intentaban huir u otros que se tambaleaban fuera de las líneas o caían al suelo . Yo mismo vi matar a uno de los nuestros porque era noche . Cuando , sin embargo , alguien se extendía en el suelo , oímos , poco después un tiro , donde