CRÍMENES POLACOS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA-EDICIÓN MEJORADA ATROCIDADES POLACAS CONTRA ALEMANES ÉTNICOS | Page 208

• Las mutilaciones También fue muy difícil, por los fenómenos cadavéricos, el examen exacto de los expertos, en los casos de ciertas lesiones corporales de gran gravedad. Así, y en cierto modo, en gran número de casos, laicos, lo que se encuentra en mayor cantidad, parientes sobrevivientes de los asesinados, habían constatado, en los cadáveres aún bien conservados, la desvirilización o el cortado de las orejas o de la nariz o aún la perforación de los ojos; pero no siempre fue posible dar tales testimonios el valor de lados periciales porque las respectivas partes habían sufrido, en el tiempo transcurrido, considerables alteraciones producidas por la putrefacción y los gusanos. Sin embargo, se logró, en buen número de casos, averiguar, justamente, y con absoluta certeza, perforaciones de ojos, a veces con lesiones de los párpados, en cadáveres bien conservados por haber sido enterrados en tiempo. Una comprobante muy impresionante y el hecho relativo al caso Br 17, hombre desconocido de unos 20 años de edad, asesinado en Bromberg - Klein-Bartelsee; además de la foto relativa al caso: Número de autopsia - P. 1, Grieger, Paul, de 32 años de edad, asesinado en Posen. Un caso de perforación de ojo que, debido a las alteraciones producidas por gusanos, no puede ser incluido, con la necesaria certeza, en el número de perforaciones de ojos, se encuentra representado por la foto relativa al N.° de autopsia - Br. 4, un hombre desconocido de unos 45 años, asesinado en los bosques, cerca de Hopfengarten, mun. de Bromberg. Y probado también por fotos que quedaron excluidos, de la lista de perforaciones de ojos todos los casos de lesiones producidas, en los ojos, por proyectiles. Lo mismo se puede decir en relación a las otras especies de mutilaciones. Es necesario, en ciertos casos, satisfacerse con declaraciones claras sobre la observación del cadáver, poco posterior al acto de una desvirilización o otra mutilación, y presumiendo que la averiguación objetiva se había hecho imposible debido a la alteración temprana del cadáver. En este particular, hay que recordar el hecho de que las regiones afectadas son las preferidas por los gusanos y que más se hallan sometidas a otras alteraciones. No es de extrañar, pues, que, en este caso, el examen pericial queda por debajo de las pruebas de testigos.