Un poco de literatura
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“El contrato de Hombre y Agua”
Cuento escrito por los alumnos de 5to grado de la Escuela Nº 80 de Pilcomayo, Prov. De Formosa.*
Hace muchos años, sobre el planeta vivían Hombre y Agua, quienes firmaron un contrato:
Hombre era muy ambicioso y quería ser poderoso y rico, entonces pidió ayuda a Agua para mantener cultivos y ganado, a fin de recaudar mucho dinero. Agua quería mantener la belleza del planeta y pidió a Hombre que sembrara plantas bellas, cuidara los bosques y los animales. A cambio, le daría a Hombre la humedad necesaria para sus cultivos y ganado. Luego de conversar y dejar las cosas en claro, firmaron el contrato y comenzaron a trabajar.
Hombre utilizó las llanuras; una parte para cultivar: girasol, algodón, maíz, uvas, manzanas, trigo. En ese lugar Agua derramaba sus lluvias en la justa medida, para no ahogar a las plantas ni dejarlas secar.
Agua estaba muy feliz de ver florecer y fructificar esos cultivos.
En otra parte de la llanura, Hombre crio vacas pues allí había abundante pasto y Agua llenó unos lagos y ríos para que los animales bebieran lo necesario y se mantuviera el pasto verde.
Todo quedó muy bello y armonioso, lo cultivan y lo cuidan junto con lo silvestre, que se mantenía intacto.
Pero un día, Hombre decidió comenzar a vender su producción.
Llegó Plata, que también amaba el dinero y no le importaba nada más que el dinero. Compró de Hombre todo lo que producía, por lo que Hombre quedó muy contento y con mucho dinero.
Agua aconsejaba a Hombre cuidarse de Plata, pues él veía en Plata mucho egoísmo. Pero Hombre ambicionaba más, no oyó a Agua y siguió haciendo negocios con Plata.
Plata ofreció más dinero a Hombre a cambio de madera y algunos animales salvajes que tenían piel valiosa.
Hombre, sin pensar en el contrato firmando can Agua, vendió todo a Plata.
Al ver lo ocurrido, Agua abandonó también el contrato, inundó los cultivos de Hombre, y dejó sin lagos y sin ríos a las vacas.
Hombre, preocupado, fue a pedir ayuda a Plata.
Este le pidió dinero a cambio de lo que necesitara.
Hombre compró todo y pidió también agua.
Plata tenía todo menos agua.
Fue así como Hombre quedó sin dinero y sin poder producir nada más porque quedó también sin agua.
De esta manera, arrepentido y pobre, Hombre volvió a pedir perdón a Agua.
Agua, que solo quería conservar la naturaleza, firmó un nuevo contrato con Hombre.
Esta vez sí, ambos respetaron el contrato y vivieron felices.
*Ganadores del 2do premio del Concurso Nacional de Cuento Ilustrado 2009.