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Red Bull Illume 2016
6 de octubre de 2016, Puebla, Pue.
El fotógrafo alemán Lorenz Holder ganó el primer lugar del concurso Red Bull Illume, gracias a su fotografía de un reflejo en el lago de Gablenz, Alemania. Su fotografía fue aprobada y seleccionada por la mayoría de los 53 jueces del certamen.
La premiación se llevó a cabo el pasado 28 de septiembre en un lujoso evento en Chicago.
El concurso tiene la particularidad de que se celebra cada tres años, siendo esta la 4 ª edición; participaron más de 34,000 fotografías de 120 países distintos.
Los 53 jueces seleccionaron a 55 finalistas, siendo Holder el más destacado, aunque también se seleccionaron ganadores otros finalistas como Denis Klero, Luke Shadbolt, Dean Tremle, Jody MacDonald, Vegard Aasen, Ale Di Lullo, Daniel Vojtech y Micky Wiswedel. en subasta la cámara que retrató al ché guevara
6 de octubre de 2016, Puebla, Pue.
La cámara que tomó la icónica fotografía del Che Guevara mirando hacia el infinito y con la boina estrellada fue subastada el pasado 3 de octubre a través“ Catawiki”, sitio web dedicado a las subastas.
El autor de la foto fue Alberto Díaz Gutiérrez, o como era conocido profesionalmente, Alberto Korda. La famosa imagen fue capturada el 5 de marzo de 1960, durante el funeral de la Habana por víctimas de la explosión del Buque de la Coubre.
La fotografía documental es la única que nos acerca a la realidad,
6 de octubre de 2016, Puebla, Pue.
En un documental Moya nos contó cómo surgió su interés por la fotografía documental, dado que es la madre de todas las fotografías, ya que, es la única que nos acerca a la vida, a la gente y a la realidad.
Mayo fue el responsable de una de las fotografías titulada Gabo, que la jornada la público con el título de“ la terrorífica historia de un ojo morado”, donde también calificó a Gabo como el más popular de los mortales.
“ El Gabo quería una constancia de aquella agresión, y yo era el fotógrafo amigo y de confianza para perpetuarla.” comentó Mayo.
En 1967, Vargas Llosa llegó a su departamento acompañado junto con Guillermo Angulo Moya le tomará una fotos que serían incluidas en la próxima edición de una novela. La imagen no se incluyó en la primera edición, sino hasta la publicada por Penguin Book.
Al final Rodrigo Moya fue perdiendo la vista con el paso de los años, lo que provocó que ya no pudiera utilizar bien la cámara, dado que no podía enfocar bien. Él mismo declaró:“ Con una buena foto que tome de Medellín, me daré por bien servido”.
El vendedor de la cámara Leica fue el hijo del artista y propietario, Dante Korda y quien pidió la increíble cantidad de 20,200 dólares( 18,000 euros) pues además de todo la cámara seguía en funcionamiento. En cambio del comprador sólo se sabe que“ fué un austríaco”. Por motivos desconocidos no se ha revelado más información de éste.
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