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Es mejor no hablar en caliente, porque se explota, pero quizá es lo que
necesitaban todos. Ramos ha hecho muy mal las cosas con su tarjeta amarilla
y su reconocimiento público de ella. Su baja fue letal ante el Ajax en el
Bernabéu. El presidente dio un rapapolvo al equipo y el capitán defendió a la
plantilla. Florentino Pérez subrayó que el sevillano tampoco había rendido
esta temporada y el central habló de mala planificación. Todos los trapos se
lavaron en la cocina blanca
Y la bomba estalló en el vestuario. Florentino Pérez y Sergio
Ramos, enfadados y calientes por la eliminación en Europa, no
controlaron su decepción y hablaron con sangra cálida en el fragor de la
noche. Bronca verbal. Discusión. Enganchada al fragor de la eliminación y
con las cabezas calientes y enojadas. Tras el 1-4 del Ajax, Florentino
Pérez bajó al vestuario, como es habitual, para hablar con los jugadores.
El presidente suele estar más atento con los futbolistas cuando las
cosas salen mal. Les anima habitualmente ante los golpes y las derrotas.
Pero la derrota ante el Ajax, deportivamente vergonzosa y muy grave para
los intereses del club, suscitó un momento diferente que evocaba la
situación.
El presidente achacó al equipo falta de rendimiento en todas las
competiciones y el capitán respondió que faltó una buena planificación de la
plantilla. Todo se calentó.
El dirigente del club habló con la plantilla y les achacó falta de
dedicación y de compromiso con lo que se jugaba la entidad, que perdió
los tres posibles títulos en una semana. El presidente madridista, enfadado
por la eliminación en la Champions, se presentó en el vestuario y culpó a
los jugadores por su actitud en el partido y po su flojo rendimiento en
general a lo largo de temporada. En siete días han perdido la Liga, la Copa
y la Champions y Florentino Pérez manifestó:«Es una vergüenza».
El máximo responsable de la casa blanca llegó a decir que los
jugadores tenían demasiados días libres. En pleno rapapolvo, Sergio
Ramos salió a la palestra, como capitán, para defender a los futbolistas y
adujo que el problema del equipo era que tampoco hubo una buena
planificación de la plantilla. El defensa señaló el pasado sábado, en la
derrota liguera ante el Barcelona por 0-1, que faltaba un goleador. El
presidente le contestó que él tampoco había rendido bien esta temporada y