Crisis Civilizatoria | Page 104

Hugo Celaya V. l A. Sylvia Gijón C. l Rafael G. Reyes M. l Juan L. Bautista M. I. Selene Benítez A. l María de J. Pacheco H. l población mundial en particular en adultos y personas de la tercera edad es la artritis reumatoide. Estadísticas a nivel mundial muestran una incidencia del 0.5-2% de este padecimiento en la población adulta y se caracteriza por el deterioro progresivo del estado basal funcional (Carswell et al., 2003). El principal problema que conlleva esta enfermedad es el tiempo de tratamiento muy prolongado. Se presenta frecuentemente en el rango de 30-50 años de edad y las mujeres son más vulnerables con una relación 3:1 con respecto a los hombres (Lipsky, 1998). La incidencia de artritis reumatoide y otras enfermedades reumático inflamatorias en México es baja comparada con Estados Unidos y otros países industrializados ricos. A nivel local la incidencia puede ser alta aunque los estudios para la región Sur de México son muy escasos (Mould-Quevedo et al., 2008). En resumen, entre las principales enfermedades en México se encuentran las enfermedades no infecciosas tales como son: El síndrome metabólico, la hipertensión y la artritis; entre las enfermedades infecciosas están las enfermedades gastrointestinales. Relación entre desarrollo sustentable, medio ambiente, bienestar y salud Desarrollo sustentable y medio ambiente La relación entre los seres humanos y el medio ambiente se inició desde hace unos 100,000 años (Scarre, 1988:51). La invención de herramientas y técnicas (tecnología) constituye una ventaja fundamental que ha permitido a los seres humanos utilizar y manipular a los demás seres vivos para su beneficio, el agua y los minerales. Otro elemento fundamental que ha permitido desde la prehistoria el crecimiento continuo de la población humana es la organización de familias en sociedades establecidas en aldeas y ciudades. Conforme crecía la población también lo hacía la demanda de bienes y servicios; como resultado, se incrementaba la tala de los bosques y las selvas para aumentar la superficie agrícola y ganadera que aseguraba el abasto de alimentos. La invención de nuevas tecnologías permitió extraer cada vez mayores volúmenes de madera, fauna marina, minerales y combustibles fósiles de los ecosistemas; manipular los cuerpos de agua para suministrar riego a los cultivos y agua a los asentamientos. En cambio, la caza, la recolección y la pesca no fueron suficientes en la prehistoria para sostener ciudades ni aldeas en forma permanente. En suma, el crecimiento histórico de la población humana y su calidad de vida ha significado una constante reducción y destrucción de los ecosistemas. 102