Crimen y Castigo - Fiódor Dostoyewski
la astucia criminal y la prudencia que forzosamente han de
acompañar a semejante acto? Cinco o diez minutos después de
haber cometido el asesinato (no puede haber transcurrido más
tiempo, ya que los cuerpos no se han enfriado todavía), salen del
piso, dejando la puerta abierta y, aun sabiendo que sube gente a
casa de la vieja, se ponen a juguetear ante la puerta de la casa,
en vez de huir a toda prisa, y ríen y llaman la atención de la
gente, cosa que confirman ocho testigos... ¡Qué absurdo!
-Sin duda, todo esto es extraño, incluso parece imposible, pero...
-¡No hay pero que valga! Yo reconozco que el hecho de que se
encontraran l