superhéroes moderno, y que tampoco sería un
número que en 1996 fuera subastado en 150,000
dólares; en cambio hoy en día, las pocas copias
que aún existen de Action Comics #1, tienen un
precio de 500,000 Dólares.
Este suceso comenzó una explosión de
fascinación por los comics, y su valor potencial,
pasando de revistas y publicaciones literarias se
convirtieron en una mina de oro para los
coleccionistas y emprendedores del cómic. Durante años posteriores, caza fortunas buscaban en todas partes
ejemplares que en el futuro podrían valer cientos, o miles, acaparando cada ejemplar, cada número para
poder tener la posibilidad de ser dueño de un tesoro en potencia. Las grandes editoriales como Marvel y DC
no se quedaron de brazos cruzados ante tal fenómeno, y comenzaron a
aprovechar ese movimiento de coleccionismo, haciendo portadas variantes,
las cuales se verían en menor número, además se llegó al extremo de producir
portadas foliadas, que lo harían más atractivo al consumidor, y por
consiguiente más raro y valioso. Este fenómeno tal vez no hizo que los
ejemplares con portada foliada valieran más como se esperaba y poco a poco
fue desapareciendo.
Pero realmente, ¿cuál es el factor que hace que un cómic alcance las
cifras que hemos visto con Action Comics #1, Detective Comics #27 o
Amazing Fantasy #16? Bien, el verdadero factor en que un
cómic sea valioso es por su rareza, mera y simple rareza.
Recordemos que Action Comics #1 salió en 1938, una
época donde solo se veía como una revista más, las cuales
terminaban siendo tiradas a la basura. Después, añadamos
el factor tiempo, es el que le da valor al comic, no solo por
su nivel histórico, si no por el estado físico de este. Con
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