Creciendo JUNTOS en Amor y Fe 17 de Septiembre 2016 | Seite 2

2 Creciendo JUNTOS en Amor y Fe Número 86 nuestra vida. 10 de Julio. Somos la luz del mundo, ¿Qué se necesita para ser luz? ¿Qué se necesita para proyectarla? El Espíritu Santo es el aceite combustible necesario para arder y alumbrar. Cristo quiere que seamos luz, hay que avivar ese fuego; ¿Cómo puede el cristiano estar dando luz? Una condición para ser luz es presentarnos en un sacrificio vivo, morir juntamente con Cristo; el sacrificio de Cristo es lo que agrada a Dios, una entrega total. Dios manifiesta a través de nosotros, no solo su luz, sino un grato olor de Cristo, pues somos uno con El. Todo lo apartado de Dios está en oscuridad, y Dios quiere que ahí seamos luz. Que sea Cristo quién este iluminando continuamente 17 de Julio. Hoy estudiamos la presentación de David Agreda “Tratar de vivir por las reglas religiosas es la manera más segura para vivir derrotados”. Antes de estar casada la Iglesia con Jesús estuvimos casados con la ley; cuando Adán y Eva escogieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, se casaron con la ley. La vida cristiana no tiene que ser edificada sobre reglas; Dios en amor se relaciona con la humanidad a través de Jesucristo. El legalismo se basa en lo que hacemos, si haces o no haces esto serás bendecido o no, y en la gracia somos bendecidos porque estamos en Cristo. Morimos a la ley mediante Cristo, para ser ahora de Él. La ley nos condena, no nos justifica, nos estimula a hacer lo malo; el vivir como legalista nos provoca frustración y experimentamos sentimientos de inferioridad y auto condena; Jesús es nuestra justicia, confiemos en Él, nuestro crecimiento espiritual viene por medio de una relación continua en El. El amor es la base de nuestra obediencia, sus mandamientos no son gravosos es placentero ser obediente. La ley dirige a los incrédulos a Cristo, y cuando el Espíritu Santo viene a morar en nosotros ya no necesitamos esa ley, pues Él nos guía ahora. Jesús nunca nos condena, no tengamos miedo de la libertad que la gracia nos ofrece. 24 de Julio. En una familia la actitud de un hermano mayor casi siempre es de protección hacia los hermanos menores; podemos considerar a nuestro prójimo como un hermano menor, ¿Qué tanto estamos haciendo por ellos? ¿Por los que no conocen a Jesús,