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Creciendo JUNTOS en Amor y Fe
propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está
lejos de ninguno de nosotros. Pues en
él vivimos, nos movemos y existimos”.
Esta es una realidad cósmica, porque
abarca toda la creación; además subrayamos el hecho de que ningún ser
humano quiere ni puede buscar y encontrar a Dios: es Él quien viene a nosotros y nos ha encontrado, tal como
estábamos, porque su presencia en
nuestras vidas nos ha transformado.
(Hechos 17:27-28). Ese día nos reunimos 18 personas, 8 adultos y 10 niños.
El día 14 de agosto no tuvimos reunión
porque mi esposa y yo tuvimos un
compromiso familiar.
El día 21 de agosto, prediqué el sermón titulado: “¿Para qué me puso
Dios en este lugar?”, (Romanos 14:79). Basados en la Escritura de Romanos 14:7-9 “Pues no vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos. Si vivimos, es para honrar
al Señor, y si morimos, es para honrar
al Señor. Entonces, tanto si vivimos
como si morimos, pertenecemos al Señor. Cristo murió y resucitó con este
propósito: ser Señor de los vivos y de
los muertos”. Dios nos ha puesto en un
tiempo y en un lugar específico en esta
tierra con un propósito cósmico: nos
ha colmado de bendiciones en Cristo
para ser Cristo en este lugar, donde estamos viviendo y en este tiempo preciso para ser bendición para las personas que nos rodean y tienen relación
con nosotros. No somos nosotros, Él
nos ha adoptado con la misma imagen
de Jesucristo para continuar su obra
en este preciso lugar y durante nuestra
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vida física; así, Jesús está en todo el
mundo a través de los miembros de su
iglesia, aunque alguno no lo crean. Ese
día nos reunimos 16 personas, 8 adultos y 8 niños.
El día 28 de agosto, Prediqué el sermón titulado: “Que se haga mi voluntad”, (Mateo 26:39, 42/Marcos
14:36/ Lucas 22:42). Cuando Jesús nos
enseñó a orar, dice que digamos “Que
se haga tu voluntad, como en el cielo,
así en la tierra”; esto lo enseñó porque
todos nosotros sólo queremos hacer
nuestra voluntad, una voluntad que
está en contraposición con la de Dios;
sin embargo Jesús ha transformado
nuestro ser de tal manera que nos
hace sentir desde el fondo de nuestro
corazón hacer la voluntad de Papá. La
madurez espiritual se puede revelar
cuando queremos hacer nuestra voluntad, la cual es la misma voluntad de
Dios, porque estamos en armonía pericorética con Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Así nos lo demostró Jesús
cuando se rindió totalmente al Padre:
«Padre, si quieres, no me hagas beber
este trago amargo; pero no se cumpla
mi voluntad, sino la tuya» (Lucas
22:42) NVI. Este día nos reunimos 19
personas, 8 adultos y 11 niños.
VERACRUZ
Este mes no pudimos asistir a la
reunión mensual en el Puerto de Veracruz porque las condiciones no fueron
propicias, en virtud de la inseguridad y
los estragos del clima que se acusaron
en este mes y para la tranquilidad de
la familia que nos recibe en su casa.
Bendiciones y un fuerte abrazo fraterno.