Creciendo Juntos 8 de Octubre 2016 | 页面 2

2 Creciendo JUNTOS en Amor y Fe puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará. Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas”. Tomamos en serio las recomendaciones de nuestro Maestro para presentarnos ante el trono de Papá con la actitud correcta, de esa manera lo estamos honrando como Él merece. Ese día nos reunimos 20 personas, 10 adultos y 10 niños. Durante su clase bíblica, los niños plasmaron en maquetas lo aprendido acerca de la creación narrada en Génesis 1 y 2. El día 10 de julio prediqué el sermón titulado: “La oración revelada por Jesús” (Mateo 6:9-13). Con este mensaje, analizamos la oración modelo de Jesús, conocida como el “Padrenuestro”, reconociendo su santidad y soberanía; anhelando vivir bajo su gobierno de amor y misericordia sabiendo que Él sabe qué es lo que más nos conviene, porque nos engendró como sus hijos. Él conoce nuestras necesidades, pero, como buen Padre, quiere que sepamos expresarlas para vivir en rela- Número 89 ción perfecta. Nos ha colmado de perdón y quiere que lo extendamos a quienes nos rodean, seguros de su protección en Cristo contra las acechanzas de un enemigo que ya está vencido. Al orar lo hacemos plenamente con el cuerpo, el alma y el espíritu, en una relación de familia. Ese día nos reunimos 19 personas, 12 adultos y 7 niños. El día 17 de julio, prediqué el sermón titulado: “Cuando Dios dice NO… aparentemente” (Romanos 8:26-28). Terminamos este día la serie de tres mensajes con respecto a la oración, resaltando el hecho de que, aparentemente, Dios se reserva el derecho de contestar o no nuestras oraciones, sin embargo, su amor no le permite dejar sin respuesta TODAS las oraciones de sus Hijos Amados, pero toda respuesta está sustentada en su amor y sabiduría, nos responde de acuerdo con su amor y no va a permitir que pidamos lo que nos puede hacer daño; además, muchas veces nos concede más de lo que le pedimos o de manera mejor, tal como dice la Escritura: “Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”.