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Lo primero que apareció ante los ojos de Pablo fue su prima Florentina. El chico se quedó prendado de su belleza y no dejó de comparar entre lo feo y lo bello de todas las cosas y personas que fue conociendo. Siempre preguntaba por la Nela pero ésta no aparecía. Pablo estaba fascinado con su prima y se olvidó de todo. Los dos estaban de acuerdo y felices en unirse en matrimonio.
XXI. LOS OJOS QUE MATAN
Teodoro había llevado a Marianela a la habitación de Florentina y ahí era donde reposaba. Había dormido toda la noche, pero Nela estaba muy débil. Estando los tres en la habitación, irrumpió, sorpresivamente Pablo sin percatarse de la presencia de las visitas. Empezó a hablarle a Florentina de su belleza y de los deseos de casarse con ella. Le habló de su arrepentimiento de haber estado enamorado de la Nela. Cuando descubrió al médico y más tarde a la chiquilla tirada en el sillón, Marianela develó su identidad y, después de besar la mano de su antiguo amo, exhaló su último suspiro. Teodoro aseguró ser el culpable de tal desgracia por haber dado la vista a Pablo.
XXII. ¡ ADIÓS!
Florentina le ofreció a Nela un hermoso sepulcro, riqueza que no pudo brindarle en vida.
APARTE
· Novela escrita a finales del siglo XIX. Una tragedia que describe la miseria y el amor de una joven hacia su amo. Pérez Galdós nos describe las condiciones de miseria en las que se ven sumidos los trabajadores de las minas. El narrador es consciente de la presencia de los lectores y a lo largo de la novela hace comentarios morales sobre la historia.