era una fiesta de videos para principiantes . Sin darme cuenta , enseguida estaba tocando piezas sencillas . La primera que aprendí fue Cumpleaños feliz para felicitar a una persona especial . « Iré a clases en cuanto pueda −pensé− ; mientras tanto , voy bajando material de Internet ».
Días después , estaba intentando pillarle el aire a mi nueva pieza de piano , un arreglo de una melodía de Mozart que me había pasado mi hijo , cuando sonó el timbre . Es una pieza sencilla , pero tenía que tocarla con las dos manos , todo un reto para mí . Me parecía imposible darle una orden a cada mano y que la ejecutaran sin atropellarse . Para mi sorpresa , lo estaba consiguiendo . Pensé en no subir a abrir la puerta , estaba disfrutando mi nuevo reto , acariciando la genuina musicalidad de aquella sencilla pieza , y aquel timbre inoportuno venía a robarme el momento . Me equivoqué . Era un mensajero con un regalo . Envuelto en una hermosa bolsa azul , me encontré un libro con un sugerente título : The wave of the mind , de Ursula K . Le Guin . Según el subtítulo en inglés trataba nada menos que de « charlas y ensayos sobre el escritor , el lector y la imaginación ». Me lo enviaba mi hija desde tierras lejanas . Todo muy sugerente , como si me estuviera insinuando algo . El azul de la tapa del libro era como el de los pendientes de zafiro que me había
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