en voz alta . Era tanta mi pasión por la palabra escrita y el afán por aprender a escribir que , con los primeros ahorros , compré por correo postal un libro enorme sobre el arte de escribir que había visto anunciado en alguna parte . El libro era tan pesado para mis pequeñas manos que tenía que leerlo tumbada en el suelo . « Después de leer todas estas páginas seguro que sabré todo lo que hay que saber para escribir tan bien como los periodistas », pensaba aquella niña inocente . Era la época del blanco y negro , de la enciclopedia Álvarez y del catecismo por las tardes . Aún no había llegado la televisión . Aquel libro sobre el arte de escribir de arte no tenía nada . Eran simples ejercicios mecánicos , sin chispa . Qué lejos y qué cerca está todo aquello . Qué hermoso sentir ahora que los sueños están en nuestras manos , a nuestro alcance y que todas nuestras luchas tienen su recompensa .
Aquella niña que hacía flautas con las cañas del trigo que había en el campo y que soñaba con ser escritora , leyendo un pesado libro sobre el arte de escribir , no podía imaginar que tendría su oportunidad . Aquellas flautas improvisadas que hacía de pequeña se han convertido , como en un suspiro , en un hermoso piano con una ventana , ‐el internet‐ , que le enseñaría la música que soñaba con aprender de pequeña pero no había podido .
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