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02 LA TIERRA Debemos intentar que la tierra donde vamos a cultivar nuestras hortalizas esté suelta, esponjosa y aireada, con una buena capacidad de retención de agua y que contenga todos los nutrientes que las hortalizas van a necesitar para desarrollarse correctamente. 2.1 La tierra en un huerto en macetas Si tenemos que llenar macetas para cultivar hortalizas en ellas podemos elegir alguno de los distintos tipos de sustrato disponibles en BAUHAUS o elaborar uno mezclando distintos componentes. Por este motivo cuando hablamos de la tierra del huerto, nos referimos a ella utilizando la palabra sustrato. ¿Qué sustratos podemos utilizar? Un sustrato ya preparado Fibra de coco y humus de lombriz Sustrato reutilizado En BAUHAUS encontraremos distintos sustratos especiales para cultivar hortícolas. Si nos fijamos en su composición veremos que la mayoría están formulados a base de mezcla de turbas, fibra de coco y otras materias orgánicas además de abono. La elección de cualquiera de ellos es correcta para empezar, ya que el abono que contienen nos permite iniciar inmediatamente el cultivo y además cumplen con los parámetros indicados anteriormente (el sustrato es esponjoso, aireado y con una buena retención de agua). En la mayoría de manuales de huerto urbano en contenedores se recomienda esta mezcla por su ligereza, con lo que conseguiremos macetas poco pesadas si vamos a colocar muchas en la terraza o el balcón. La fibra de coco es muy esponjosa y tiene una gran capacidad de retención de agua. Mezclada con los nutrientes que aporta el humus de lombriz se convierte en el sustrato perfecto para un huerto en macetas. Para elaborar esta mezcla, utilizaremos un 60% de fibra de coco con un 40% de humus de lombriz. Si en nuestro balcón tenemos macetas vacías en las que habíamos cultivado otras plantas, podemos reciclarlas y utilizarlas para cultivar hortalizas. Lo ideal es volcar el sustrato y con las manos, descompactarlo, de manera que quede suelto y sin restos de plantas o raíces (las raíces pequeñas podemos dejarlas, irán descomponiéndose e integrándose en el sustrato). A continuación procederemos a realizar una mezcla de este sustrato en una proporción del 60% con un 40% de abono para utilizarlo para cultivar. 04