Voces emergentes
Este es un espacio para dar a conocer poemas o historias que merezcan ser leídas. Aquellas que quedan fuera del circuito de festivales y editoriales, tan tímidas que no quieren ver la luz y permanecen en secreto, tan puras que al leerlas uno tiembla.
En este caso, seleccionamos dos, una de Paola Barfuss y otra de Analía Massín, ambas de la ciudad de Malabrigo.
CASTIGO
El alma pendiendo de un hilo
y un dolor sordo en las entrañas
aquel frío húmedo recorriendo la espina dorsal
acumulándose en la garganta un miedo ancestral
dardo envenenado, lanzazo de obsidiana .
Me niego a morirme, me niego a apagarme
lo que dices o lo que callas me hará morder el polvo
pero no me quedaré allí para siempre
zambullida en la bruma de la noche más oscura.
Renaceré como el guerrero una y otra vez
mujer montaraz, árbol, pájaro, lucero.
La llovizna no es suficiente para apagar el fuego
no me extinguiré, no me arrodillaré besándole los pies a la tristeza.
Pobre, pobre de ti cuando se te atraganten las dudas como espinas
cuando quieras gritar y sólo te reciba un eco burlón
qué pena cuando quieras correr las nubes que te ocultan el sol
y ya no tengas más fuerzas que para susurrar mi nombre.
Paola Barfuss, 25 años.
Corazón deltator 15 11