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IMPULSANDO EL PROGRESO EN NUEVA ESPAÑA
DIARIO PERSONAL POR JOSÉ DE GÁLVEZ
Durante toda mi infancia, me han motivado los Habsburgo para
no cometer los mismos errores que cometieron los reyes de su
dinastía. Su forma de administración originó un serio declive en
la economía y un estancamiento en la política. Como
consecuencia, los reyes Borbones emprendieron una nueva
forma de gobierno de la cual soy fiel seguidor y promotor, pues
sueño con un futuro en donde predominan favorables
industrias y redes de comercio para un progreso económico.
Por esta razón, me he decidido a comenzar un diario en donde
plasme mis aventuras como impulsor de las reformas
borbónicas en un territorio nuevo y prometedor: la Nueva
España. Tengo mis esperanzas puestas en Dios para que me
acompañe a lo largo de esta aventura, ya sea en situaciones
benéficas o perjudiciales.
XX - II - MDCCLXV
De camino a Nueva España
Cuando me enteré de los planes del rey Carlos III sobre
enviar a intendentes y visitadores a la Nueva España, un
lugar totalmente desconocido para mí, me apunté enseguida.
No solo significaba conocer tierras lejanas, también significa
reorganizar la estructura política y económica del lugar.
Lamentablemente, Francisco de Armona —inteligente,
honesto, meticuloso y un tanto orgulloso, entre otras
cualidades— me robó el cargo de visitador de la Nueva
España. Al principio, me puse triste, muy deprimido, porque
me convencí sobre que una oportunidad como esta no me iba
a ocurrir otra vez. No obstante, y con mi más sentido
pésame, Armona murió, por lo que comenzaron a buscar
nuevos candidatos. Pese al fallecimiento de Armona, y los
nervios que crecían cada vez más en mí, me alegré de la
nueva oportunidad que tenía enfrente. Al fin, después de
todo el esfuerzo, me han concedido el honor de ser
intendente general en la Nueva España. Mi función es visitar
tribunales y cajas reales, dirigir y controlar las rentas de la
Real Hacienda, así como manejar los asuntos eclesiásticos y
de justicia. No puedo medir mi emoción con palabras, pues
estoy a punto de embarcarme en una larga travesía con
destino a ultramar.
07
XXXI - VIII - MDCCLXV
Mi llegada al Nuevo Mundo
¡Al fin he llegado! El clima en Veracruz, lugar en donde
desembarqué, es hermoso en la temporada de julio, templado
y agradable; parece otro planeta. Pero no todo es tan
hermoso como parece. Justo en el momento en que puse un
pie en tierra firme, me golpeó la realidad. Me enteré que la
mayoría de noticias sobre la Nueva España, llegadas a la
Corona, eran falsas. Por ejemplo, me enteré sobre el
estancamiento del tabaco, su libre comercio y el despilfarro
de dinero para su mantenimiento, entre otros casos. Por otra
parte, tuve que irme lo antes posible para la capital y
comenzar con la implementación de las reformas. Nueva
España resultó ser un remolino de distintas situaciones,
tanto buenas como malas.
EXPULSIONES Y REBELIONES EN GUANAJUATO
XXX - V - MDCCLXVII
Parte I
Meses atrás, viajé para Guanajuato por asuntos laborales y,
al mismo tiempo, el conde Aranda envió un sobre misterioso.
Todos nos moríamos de ganas por saber qué contenía, pero
el sobre tenía impreso un mensaje: “Pena de vida; no abrir
este pliego hasta el 24 de junio a la caída de la tarde”. Es
decir, no anunciaremos el contenido hasta ese día, el cual
resultó ser nada más y nada menos que la orden para
expulsar de los jesuitas. Ellos son capaces de acumular
riquezas por y para sí mismos. A pesar de contar con tierras
y propiedades, no rinden ningún tipo de cuenta a la Corona.
Injusto, ¿no crees? Por este motivo, Carlos Francisco de
Croix, Teodoro Croix —su sobrino—, y yo, estamos
trabajando sin descanso para organizar exitosamente el
despojo de los jesuitas. Asimismo, no queremos que nadie
más lo sepa hasta que esté todo terminado y demos luz
verde. Lo cierto es que resulta muy sospechoso que los
jesuitas no estén sujetos económicamente a la Corona y que,
aún así, tengan una riqueza envidiable.