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DIARIO PERSONAL DE
JUAN FRANCISCO DE ALVAREZ
III-V-MDLXXVII
SANTA FE Y REAL DE MINAS DE GUANAJUATO
No puedo creer lo que acabo de ver hoy, es decir,
escucho que pasa muy a menudo, pero nunca pensé que
le fuera a pasar a mi amigo. Estábamos trabajando
dentro de la mina , La Valencia, extrayendo plata, ya
teníamos tiempo diciéndole a los patrones que las
columnas de madera se estaban pudriendo, pero siempre
es lo mismo aquí, ¡nunca nos hacen caso!, había
compañeros que inclusive eran azotados por exhortar
mejores columnas. El punto es que cuando íbamos a salir
de la mina el techo se le vino encima y nadie hizo nada
por ayudarlo, simplemente quitaron las rocas y se
deshicieron de su cuerpo. ¡Lo voy a extrañar mucho!
Realmente me gustaría escapar de esta vida, no venir a
trabajar para los peninsulares y vivir  a mi manera, pero
sabemos que eso es imposible, aquí la única manera de
sobrevivir si no es en las minas es robando, yo no quiero
ser un cimarrón, siempre terminan asesinando a otros o
muertos ellos mismos, en fin supongo que tendré que
soportar los abusos. Una buena razón por la que quiero
dejar la minería es porque paso mucho tiempo en las
cuevas y estoy perdiendo mi vista poco a poco, sin
contar que constantemente estoy tosiendo.
Nada podría ser peor bueno, al menos no soy un esclavo
africano. Los españoles son mucho más fuertes: los
explotan a largas jornadas en la mina, no les dan
descanso y les dan menos comida. Es curioso en esta
Real convivimos gente de distintas razas: hay indígenas,
hay africanos, peninsulares y criollos, ¡hay de todo!
supongo que es para explotar mejor nuestro trabajo,
creo que eso no pasa en todas las poblaciones,
generalmente  a los españoles no les gusta mucho
convivir con nosotros, ni a nosotros tampoco la verdad.
Siempre he tenido ganas de ir a la Ciudad de México,
dicen que está muy bien estructurada y que sus calles
son lineales no como aquí que las casas, los edificios y
los templos se edifican sobre los cerros. La plata que
extraemos se hace lingote y se dirige hacia allá por el
camino de la plata, una ruta que por cierto esta muy bien
custodiada por aquello de los cimarrones. La plata la
convierten en monedas en la Casa de la Moneda que
fundó el Virrey hace varios años, esas monedas que
tienen los españoles y que nunca nos dan ni una.
Ojalá algún día pudiera tener una vida mejor…
Ojalá no fuera indígena.
Justificación:
Después de conquistar Tenochtitlán en 1521, hicieron falta 5 años para que se fundara el primer pueblo español en
Guanajuato: Acámbaro. En aras de expandir su dominio los españoles realizaron exploraciones a lo largo del territorio
Novohispano y así descubrieron las riquezas de las tierras del actual estado de Guanajuato, el territorio era muy rico en lo
que respecta a recursos mineros, sobre todo la plata. Con la instauración del Virrey, Antonio de Mendoza, este fundó la
estancia con el nombre Real de Minas de Guanajuato  en 1546 y posteriormente su nombre cambió a Santa Fe y Real de
Minas de Guanajuato en 1574, esto con la llegada de Perafán de Rivera al ayuntamiento. En “Guanajuato” se utilizaban
como esclavos indígenas y africanos para explotar las riquezas de las tierras y utilizarlas para el bien de la corona. El
asentamiento de esta ciudad fue desorganizada, como generalmente lo era en las zonas mineras, pues lo que interesaba
era que la población se centrará en los puntos donde abundaban los recursos, no como en otras ciudades que
centralizaban a la población.. Una de las minas más importantes fue la Valenciana en su esplendor la producción de esta
mina era la dos terceras partes de toda la producción de Nueva España. En este tipo de trabajo eran comunes los
accidentes y los españoles a cargo de la real no le prestaban atención suficiente los problemas más comunes eran:
explosiones, derrumbes y ceguera de los mineros. Como algunos no aguantaban el ritmo de trabajo escapaban y vivían
como bandidos, mejor conocidos como “cimarrones”.
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