Conociendo mi País en un Robot
Introducción y Justificación de la Propuesta
En el contexto educativo, es esencial abordar los desafíos relacionados con la convivencia y la interacción entre los estudiantes. La dinámica de grupos puede generar situaciones de conflicto y falta de comprensión mutua, lo que afecta tanto el proceso de aprendizaje como el bienestar emocional de los alumnos. En este sentido, el presente proyecto surge como una respuesta proactiva y enriquecedora para afrontar un problema de convivencia observado entre los grupos de estudiantes de sexto grado “A y B” turno mañana.
La base de esta propuesta radica en la utilización de juegos como una herramienta efectiva para promover la convivencia positiva y la construcción de relaciones saludables entre los estudiantes. Los juegos, más allá de su carácter recreativo, encierran un potencial educativo fundamental para la comprensión y el respeto de reglas comunes que rigen no solo en los juegos en sí, sino también las dinámicas sociales y grupales en la vida cotidiana.
El juego posee un valor pedagógico profundo en la formación integral de los estudiantes. Al involucrarse en juegos, los estudiantes aprenden de manera experiencial sobre la importancia del respeto, la cooperación, la comunicación y la empatía. Cada juego establece un marco de reglas que deben ser comprendidas y acatadas para que la actividad fluya de manera armónica. Este aspecto es clave en la formación de vínculos saludables, ya que los estudiantes comprenden que, al igual que en el juego, en la vida cotidiana existen normas y límites que deben ser respetados para garantizar una convivencia armoniosa.
Además, los juegos ofrecen la oportunidad de practicar habilidades esenciales para la interacción social, como escuchar activamente, esperar el turno, tomar decisiones colectivas y trabajar hacia un objetivo común. Los estudiantes no solo internalizan estos comportamientos, sino que también experimentan la satisfacción de lograr metas compartidas, lo que refuerza la confianza mutua y fomenta un ambiente colaborativo.
En este sentido, la propuesta de utilizar juegos como estrategia para abordar los problemas de convivencia entre los estudiantes de los sextos grados A, B y C se presenta como una solución integral y constructiva. Al centrarse en la enseñanza de valores y habilidades sociales a través de la diversión y el entretenimiento, se busca transformar el ambiente escolar en un espacio en el que prevalezca la armonía, el respeto y la colaboración. En última instancia, esta propuesta no solo apunta a resolver un problema específico, sino a
fomentar el crecimiento personal y social de los estudiantes, preparándose para una convivencia sana y enriquecedora en todos los aspectos de sus vidas.