ConoceJalisco | Guía Turistica en Jalisco Día de Muertos en Guadalajara | Page 11
Algunas leyendas de Guadalajara
El niño que le temía a la oscuridad
Se cuenta de un niño llamado Ignacio (Nachito),
desde los inicios de su vida tuvo un miedo extremo hacia la oscuridad; era tal ese miedo que
si no había luz en el lugar donde dormía, lloraba
y gritaba. Así fue hasta la edad de cinco años
cuando falleció, dado a que su niñera olvidó encender las cuatro luces (que se encontraban en
las esquinas de su habitación).
Fue sepultado en el panteón de Belén; sin embargo las dificultades siguieron, ya que el velador cada mañana veía el féretro del niño fuera
de su tumba, por lo que debía ser introducido
de nuevo a su lugar cada mañana. También se
cuenta que se veía su fantasma en la puerta del
camposanto tratando de llegar a la luz de la calle.
Ante esto, sus padres decidieron modificar la
tumba, haciendo un féretro de piedra que estuviera en el exterior con cuatro antorchas alrededor de él, allí fue puesto el cuerpo del niño y
desde ese momento todo ha regresado a la normalidad. Hoy en día se le pueden dejar ofrendas
como dulces o juguetes, tal vez para que el niño
siga descansando con tranquilidad y pueda jugar cuando su espíritu salga de noche.
La Apuesta
Se cuenta de un grupo de amigos que estudiaban medicina en el Hospital Civil…un día, uno de
ellos hizo una apuesta con sus compañeros: entraría al panteón de Belén a las ocho de la noche,
hora en que según la creencia salían los muertos
de sus sepulcros y clavaría un clavo para constatar su presencia.
Dadas las ocho en el reloj, el joven brincó la barda con clavo y martillo camino hasta el fondo del
panteón y clavó el metal puntiagudo en la pared;
sin embargo, al quererse retirar del lugar, notó
que alguien o algo le detenía su saco, fue entonces que se llenó de pavor y horror a tal punto de
perder la conciencia, sus compañeros le esperaron una hora y al notar que no llegaba entraron
al panteón a ver lo que pasaba; sin embargo, fue
demasiado tarde ya que el joven yacía muerto.
Lo hallaron tendido en el suelo con el saco sujeto
a la pared con él. Se dice que los compañeros
del joven enloquecieron.