¡Los judiós son expulsados de España!
En 1492 un número bastante grande de personas (por lo menos 100,000) quedan empobrecidas, estos mismos tuvieron que luchar junto a sus creencias para quedar como último objetivo no asimilarse.
En 1492, parecía que era usual usar la religión como justificación para expulsar y convertir diferentes religiones al Cristianismo, las cuales habían coexistido pacíficamente durante siglos: el Islam y el Judaísmo. De acuerdo a la opinión experta de Rav Ken Spiro “era habitual usar la religión como arma de cohesión política”, lo que cambió mucho la manera de pensar de la reina Isabel de Castilla y su esposo Fernando de Aragón al decretar la expulsión de ambos pueblos apoyados por la iglesia y la Santa Inquisición dirigida por Tomás de Torquemada.
Esto era muy diferente hasta antes de la expulsión, ya que los judíos habían sido hasta entonces hábiles comerciantes, y los que “conectaron” la economía musulmana y la española. Podían ser intermediarios entre los españoles y musulmanes porque antes de 1492 se llevaban bien, en consecuencia los judíos se volvieron los comerciantes que cubrían el Lejano Oriente, el Medio Oriente y la Europa, destacando en el comercio de las artesanías. Tras la terrible expulsión los judíos perdieron profesiones como artesanos, doctores, etc. Se quedaron varados de país en país (como Alemania, Francia, el Imperio Turco y Holanda), varios perdieron su identidad judía tanto como la española, (las cuales consistían en el idioma la comunidad, etc), después de eso los empezaron a llamar sefaradim , lo cual significa en español (judíos que salieron de España).