Conceptos_De_Administracion_Estrategica_redacted(1) Sep. 2016 | Page 118

86 PARTE 2 • FORMULACIÓN DE LA ESTRATEGIA
Las tendencias en el valor del dólar tienen efectos significativos y desiguales en las empresas en diferentes industrias y ubicaciones. Por ejemplo, las industrias farmacéutica, de turismo, de entretenimiento, automotriz, aeroespacial y de productos forestales resultan especialmente beneficiadas cuando el dólar cae frente al yen o el euro. Por otra parte, las industrias agrícola y petrolera se ven perjudicadas cuando el dólar sube frente a las monedas de México, Brasil, Venezuela y Australia. Por lo general, un dólar fuerte o costoso hace más caros los productos estadounidenses en los mercados extranjeros, lo cual agrava el déficit comercial de EUA. Cuando el valor del dólar disminuye, las empresas orientadas al turismo se benefician porque entonces los estadounidenses viajan menos a otros países, mientras que los extranjeros viajan más a Estados Unidos.
Un valor bajo del dólar significa menos importaciones y más exportaciones para Estados Unidos, y esto impulsa la competitividad de las empresas de ese país en los mercados mundiales. En 2005, el dólar cayó a su nivel más bajo en cinco años frente al euro y el yen, con lo que los productos estadounidenses se volvieron más baratos para los consumidores extranjeros y se combatió la deflación gracias a que los precios de las importaciones se elevaron. Sin embargo, las empresas europeas como Volkswagen AG, Nokia Corp. y Michelin se quejaron de que un euro fuerte afecta su desempeño financiero. El bajo valor del dólar beneficia a la economía estadounidense de muchas maneras. Primero, ayuda a evitar los riesgos de deflación en Estados Unidos y también reduce el déficit comercial de ese país. Además, un valor bajo del dólar incrementa las ventas al extranjero y con ello las utilidades de las empresas nacionales gracias a las ganancias promovidas por esta divisa, y alienta a los demás países a bajar sus tasas de interés y a relajar su política fiscal, lo que estimula la expansión económica a nivel mundial. Algunos sectores, como el energético, de materiales, de tecnología, del cuidado de la salud y el de los artículos básicos de consumo, resultan en particular beneficiados cuando el valor del dólar es bajo. De hecho, los fabricantes en muchas industrias nacionales se ven favorecidos con un dólar débil, el cual obliga a sus rivales extranjeros a subir sus precios y a eliminar los descuentos. A las empresas estadounidenses cuyas ventas en el extranjero son cuantiosas, la presencia de un dólar débil las favorece enormemente.
En 2004, 10 países de Europa oriental, los Balcanes y el Mediterráneo se unieron a la Unión Europea( UE), que para entonces contaba ya con 12 miembros. Estos países adoptaron el euro como su moneda. Sin embargo, Suecia ha rechazado el euro como su moneda oficial a pesar de que es miembro de la UE desde 1994. Dinamarca y Gran Bretaña han aplazado hasta 2006 el voto sobre adoptar o no el euro. Algunas naciones europeas están teniendo problemas para cumplir con las exigencias del euro de que cada país miembro mantenga su déficit del presupuesto federal por debajo del 3 % del producto interno bruto( PIB). Alemania y Francia han violado de manera ostensible este requisito desde 2001, a pesar de que en 1997 fueron quienes exigieron con mayor vehemencia la disciplina en el presupuesto como condición para ser miembro de la UE. En ambos países el déficit asciende aproximadamente al 4 % del PIB.
Cada día hábil, miles de trabajadores estadounidenses reciben la noticia de que perderán su empleo. Los más de 500,000 despidos anuales por parte de las empresas estadounidenses en la década de 1990 dieron como resultado el uso frecuente de términos como reducción de personal, redimensionar y dejar de reclutar. Las empresas europeas también están haciendo recortes de personal. Estados Unidos y las economías mundiales enfrentan un prolongado periodo de expansión inflacionaria lenta y reducida, exceso de capacidad global, desempleo elevado, guerras de precios y una creciente competitividad. Miles de trabajadores despedidos se están viendo forzados a emprender negocios para ganarse la vida. Estados Unidos se vuelve cada día más empresarial.
Este nivel económico de vida varía considerablemente entre ciudades y países, hecho que representa una oportunidad o una amenaza para empresas e individuos que se reubican o construyen nuevas instalaciones en nuevas áreas. Observe en la tabla 3-2 que el costo de vida en Río de Janeiro es de menos de la mitad que el de Tokio. Toronto tiene casi el mismo costo de vida que Atlanta. En Londres es un 19 % más alto que en la ciudad de Nueva York, mientras que el de Boston es alrededor de un 25 % más bajo.
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