Con-tacto
Tú
Te queremos compartir la anécdota navideña de nuestro colaborador Rogelio Carmona Garduno, una historia que nos enseña la importancia de la familia y el amor de
hermanos. Disfrútala y no olvides participar en las futuras dinámicas de tu revista
Con-Tacto.
"Tal vez no sea una historia graciosa o chusca, pero créanme, es digna de contarse:
Tengo un hermano que padece esquizofrenia, Rodrigo es su nombre (o como cariñosamente lo llamamos todos "Dory"), dentro de las mil complicaciones que tiene esta
enfermedad (y tomando en cuenta que cada caso es distinto), mi hermano de 38
años aún pide Reyes Magos, por supuesto le llegan sus Reyes y se emociona cual
pequeño de 5 años; esto les da una idea de lo complejo de su caso. Su inocencia rebasa
los límites de la imaginación: Un día, llego a casa después de un arduo día de labores
(por supuesto trabajando para mi amada IDS, sin el afán de hacerle la barba a nadie)
y me percato de un fuerte olor a gas, pregunto a mi madre y ella menciona que tengo
razón, tal vez no lo había notado porque se acostumbró su olfato al olor por tanto
tiempo expuesta; entonces le pregunto a mi hermano, es decir a "Dory" por el olor
a gas, que me va diciendo el bendito muchacho: "Es que quise inflar mi globo con el
tanque de gas para mandar mi carta a los Reyes Magos". ¿QUÉ QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ? Le
digo, entre asustado y muy sorprendido: "Noooooo Dory, los globos no se inflan con
ese gas, hay muchos tipos de gas, pero el de estos tanques no"; después le expliqué
que si hay mucho gas en el ambiente y sobre todo en un espacio cerrado,
y hay una chispa, como el interruptor de luz "BUUUUUUUUUUUM"
explota la cocina, noté su cara de niño sorprendido después de
hacer una travesura sin saber las consecuencias y me dijo:
"A poco si pasa eso?"
Al final mejor le dio lustre a su zapato como
cada año y puso su carta en el árbol.
Saludos."
Diciembre 2014
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