Con-tacto Abril 2016 | Page 5

Con-tacto Trends Cuando se integran al programa de robótica no tenían conocimientos previos y sus calificaciones en el área eran pésimas, pero sus profesores los inspiraron de tal manera, que lograron mejorar sus calificaciones y avanzar a pasos agigantados. El entusiasmo comenzó a crecer en el grupo, pero no así el presupuesto para construir su robot. Después de esfuerzos por conseguirlo, sólo llegaron a $800 USD, cuando en otras universidades manejaban presupuestos de hasta $10 mil USD. Armados mayormente con talento y voluntad y con dos apasionados profesores como líderes, los cuatro indocumentados mexicanos construyeron su robot con materiales reciclados y muy baratos: tubos de PVC, flotadores de hule espuma, motores de segunda mano, cortadores de césped y más. El día de la competencia había llegado, el escenario: el gimnasio de la Universidad de Santa Bárbara. Habían pasado 4 meses desde que los jóvenes mexicanos iniciaron este proyecto en el cual sus profesores consideraban que no tenían posibilidades, pero pensando que sería más decoroso estar entre los mejores y no sólo mirar desde lejos. Fue así como decidieron inscribirse en la categoría de avanzados, donde competirían, no sólo contra otras preparatorias, también contra universidades incluyendo al destacado y temido MIT (Massachusetts Institute of Technology). La competencia fue feroz, cada universidad mostraba un robot fabricado con avanzada tecnología. Cuando la preparatoria Carl Hayden presentó su robot, parecía una broma de mal gusto, por su estética y aparente carencia de funcionalidad, sin embargo, las universidades favoritas fallaron en las tareas que sus robots tenían que realizar, no así el equipo de mexicanos de una preparatoria comunitaria a las afueras de Phoenix. Contra todas los pronósticos, ese día, cuatro jóvenes mexicanos, vencieron con talento y voluntad a las instituciones educativas más respetadas; habían logrado conseguir el primer lugar en un concurso que avalaba NASA. Esto no sólo fue una demostración de ingenio, pasión y trabajo en equipo, también fue inspiración para muchos estudiantes de la precaria preparatoria Carl Hayden. Esto cambió su entorno y rumbo para siempre, logrando donaciones para remodelar las instalaciones y desarrollar sus programas de ciencias. Durante los dos años siguientes, ésta escuela ganó los posteriores concurso de robótica. abril 2016 5