Con-tacto
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Cuando se integran al programa de robótica no tenían conocimientos previos y
sus calificaciones en el área eran pésimas, pero sus profesores los inspiraron de tal
manera, que lograron mejorar sus calificaciones y avanzar a pasos agigantados.
El entusiasmo comenzó a crecer en el grupo, pero no así el
presupuesto para construir su robot. Después de esfuerzos por
conseguirlo, sólo llegaron a $800 USD, cuando en otras universidades
manejaban presupuestos de hasta $10 mil USD. Armados mayormente
con talento y voluntad y con dos apasionados profesores como
líderes, los cuatro indocumentados mexicanos construyeron su
robot con materiales reciclados y muy baratos: tubos de PVC,
flotadores de hule espuma, motores de segunda mano, cortadores
de césped y más.
El día de la competencia había llegado, el escenario: el gimnasio de la Universidad de Santa Bárbara.
Habían pasado 4 meses desde que los jóvenes mexicanos iniciaron este proyecto en el cual sus
profesores consideraban que no tenían posibilidades, pero pensando que sería más decoroso estar
entre los mejores y no sólo mirar desde lejos. Fue así como decidieron inscribirse en la categoría de
avanzados, donde competirían, no sólo contra otras preparatorias, también contra universidades
incluyendo al destacado y temido MIT (Massachusetts Institute of Technology).
La competencia fue feroz, cada universidad mostraba un robot
fabricado con avanzada tecnología. Cuando la preparatoria Carl
Hayden presentó su robot, parecía una broma de mal gusto, por
su estética y aparente carencia de funcionalidad, sin embargo,
las universidades favoritas fallaron en las tareas que sus robots
tenían que realizar, no así el equipo de mexicanos de una
preparatoria comunitaria a las afueras de Phoenix. Contra todas
los pronósticos, ese día, cuatro jóvenes mexicanos, vencieron
con talento y voluntad a las instituciones educativas más respetadas;
habían logrado conseguir el primer lugar en un concurso que
avalaba NASA.
Esto no sólo fue una demostración de ingenio, pasión y trabajo en equipo, también fue inspiración
para muchos estudiantes de la precaria preparatoria Carl Hayden. Esto cambió su entorno y rumbo
para siempre, logrando donaciones para remodelar las instalaciones y desarrollar sus programas de
ciencias. Durante los dos años siguientes, ésta escuela ganó los posteriores concurso de robótica.
abril 2016
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