Comunion Revista Comunion nº 43 | Page 10

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De Valdepeñas, tierra del buen vino, sale también buena gente de fe, comprometida con Dios y con su Iglesia. Felicia Fernández, natural de Valdepeñas, de 49 años de edad, ha sido nombrada en agosto en Madrid, Madre General de las Trinitarias de Madrid. Tras 30 años de camino en el servicio a Dios Trinidad y a los hombres y mujeres por este camino trinitario-liberador, Feli recuerda como surgió su vocación en aquellos años del grupo juvenil en el convento de los Trinitarios:

De pequeña tenía inquietudes por las misiones, tenía una fuerte sensibilidad religiosa, y una amistad especial con Jesús. Pero no me planteé el seguimiento a Jesús hasta los dieciocho años. Pertenecía a un grupo juvenil del convento de los Trinitarios, con el padre Domingo Conesa, y ahí tratábamos temas que nos interesaban mucho a los jóvenes: temas humanos, religiosos y sociales; hablábamos sobre la actualidad de la Iglesia, los problemas de los jóvenes, las relaciones interpersonales…; teníamos también celebraciones de fe, oración, convivencias… Recuerdo experiencias trascendentes que me hicieron sentir como nunca había sentido. Aquellos años me dejaron huella. Tuve una experiencia de Jesús muy personal, y una experiencia de fe que empezó a centrar mi vida. Lo que en el grupo aprendí, lo que sentía, y como empecé a

ver la vida, y a vivir mi vida en concreto, hizo que me planteara vivir sólo para eso y de esa manera. Fue entonces cuando empecé a sentir que podía ser feliz formando parte de los seguidores y seguidoras incondicionales de Jesús.

Mientras Feli está unos días acompañando a su madre en Valdepeñas, al pasar por el convento de los Trinitarios recuerda con cierto cariño y nostalgia aquellos maravillosos años de su juventud y ese lugar en donde Dios le sedujo y le fue descubriendo su vocación religiosa:

No puedo olvidar aquel cariño y seducción que sentía por Dios y el carisma trinitario: El carisma trinitario de acogida, el sentido de familia, la apertura, la liberación… El carisma me sedujo antes de conocer a las Trinitarias. Conocía otras congregaciones femeninas que había en Valdepeñas, pero yo me identificaba con los Trinitarios. Cuando supe que había mujeres con el mismo carisma y las conocí, fue como un flechazo. Por otra parte, los Padres Trinitarios de mi pueblo me trasmitían un sentido de Iglesia cercano y familiar, en

futuro de nuestro pueblo, se ha tomado la confianza de dirigirse a sus paisanos más jóvenes: Os invito a vivir el presente, aprovechad las oportunidades de cada momento, y compartid la gran riqueza que hay dentro de cada uno de vosotros como jóvenes inquietos y soñadores. Atreveos a mirar vuestros sentimientos, y a compartir desde el corazón. Es increíble lo que los adultos podemos aprender junto a vosotros, los jóvenes, lo que podemos crecer juntos. Siento que hay pocos espacios para este compartir, y vosotros jóvenes de Valdepeñas, deberíais crearlos, reclamarlos, convocarlos. ¡Animo ya delante, queridos jóvenes valdepeñeros!

Desde Lima (Perú), otro joven valdepeñero de aquellos lejanos años setenta que participó en el grupo juvenil de los Trinitarios, que soñó también con ser misionero y hoy anda como trinitario por estas tierras de América Latina, felicita también a Feli por su nuevo cargo de servicio General .

P. Ángel García

Lima. Perú

Felicia Fernández, Madre General

de las Trinitarias de Madrid

el que los jóvenes contaban, y yo tenía un sitio; me comunicaron un estilo de seguir a Jesús, y una manera de rezar, que tenía sentido hoy y para mi vida. Cuando conocí a las Trinitarias, ví el mismo estilo. La misión con la juventud, con la mujer, y en especial con las más necesitadas. Aquello, me sedujo desde el primer momento. Después, a través del discernimiento y las experiencias que me fueron ofreciendo, me fui acercando cada día más a las Trinitarias, hasta que di el paso.

En cuanto a su nuevo servicio como Madre General y Cabeza de la Congregación, Feli nos confiesa: Es un servicio que me pide mi Congregación. Lo siento en continuidad con lo que he venido viviendo y haciendo desde que sentí que Dios contaba conmigo y acepté seguirle como Trinitaria.

Nuestra amiga y paisana Feli como mujer “Quijote a lo divino”, sueña con un mundo más justo, fraterno y con la igualdad y dignidad de la mujer, propio del carisma de su Congregación: Creo que, a pesar de la situación crítica que nos ha tocado, aparentemente problemática e incierta, vivimos en un incesante progreso, humano y espiritual, y Dios es el dueño del tiempo. Yo vivo la pobreza y la riqueza de mi Congregación como un tesoro divino, una gracia.

Feli, a pesar que lleva 30 años fuera de Valdepeñas, no olvida a su querido pueblo manchego. Ella pensando en la juventud,