Evita dejar el agua corriendo cuando te lavas los dientes o las
manos y dúchate en lugar de bañarte.
Revisa si hay fugas de agua en los grifos o mangueras de
casa e instala grifos con limitador de caudal. Ahorrarás hasta
un 50 % del consumo de agua.
Pon la lavadora cuando esté completamente cargada para no
malgastar agua y electricidad de manera inútil.
Lava el coche con un cubo y no con manguera. Consume 60
litros de agua, frente a los 500 que supone lavarlo con
manguera.
Reciclaje
Reciclar es una forma inteligente de cuidar el medio ambiente
desde casa. Antes de tirar algo piensa si puedes darle algún
otro uso, sabiendo que no se trata de acumular sino de sacar
partido a lo que tienes.
Si una silla o una mesa se ha roto o está muy vieja, antes de
comprar otra, restáurala.
Separa la basura según su origen (orgánico, plástico, papel,
vidrio, latas y plástico). Es una necesidad urgente, recicla para
cuidar el medio ambiente.
Ahorrar en transporte
Usa el transporte público. Los viajes en coche suponen la mitad de las emisiones
totales de CO2 procedentes del sector del transporte y la mayor parte se genera
en los viajes de casa al trabajo o a la escuela, y viceversa. Usa el transporte
público en la mayoría de los trayectos urbanos, como llevar a los niños al cole (les
puedes llevar andando) y para los trayectos al trabajo puedes utilizar el trasporte
público o el coche compartido, o puedes optar por comprarte un coche eléctrico o
usar la bicicleta.
Evita sacar el coche, sobre todo, si es para hacer trayectos cortos. Siempre que
puedas, desplázate en bicicleta o en transporte público. Es una buena forma de
hacer ejercicio y contribuir a no generar más polución.
Ahorrar en alimentación
Consume alimentos autóctonos y de temporada. Requieren menos energía en su
cultivo y transporte, son más económicos, frescos, sabrosos y nutritivos. Sin duda,
esta es una de las grandes formas de ayudar a cuidar el medio ambiente.
Las frutas y verduras orgánicas o ecológicas, aunque son algo más caras, tienen
una calidad excelente, son más saludables y no abusan de químicos como
fertilizantes o insecticidas.