COMPRENSIÓN ESCRITA Y LECTORA Octubre 2015 | Page 7
De la forma en que se organicen las frases, de las palabras que se utilicen, va a depender
en buena medida que el mensaje sea bien comprendido por los destinatarios. Al elegir
estas o aquellas palabras, y al construir las frases con una u otra estructura, se está
apostando por una determinada forma de llamar la atención del oyente sobre aquellas
ideas esenciales que tratamos de comunicar. Equivocar la forma de expresión oral
equivale a impedir o cortocircuitar las posibilidades de comunicación.
¿Cómo proceder?
1. Si se trata de una comunicación coloquial, frases muy cortas, de pocas sílabas.
En un discurso, las frases pueden ser más amplias, pero cuidando en su
construcción las opciones de "hacer pausas" (para respirar, o para remarcar un
concepto) que faciliten su expresión oral, y también su comprensión por el
auditorio.
2. Para enfatizar las "ideas principales", las repeticiones son una herramienta
fundamental de la expresión oral. Repetición no significa reiteración, o
monotonía. Se recalca una idea, pero no necesariamente con las mismas
palabras, sino con sinónimos.
3. Hacer, periódicamente, recapitulaciones de nuestro mensaje, de las ideas
fundamentales que se están desarrollando en la intervención pública. Estos
resúmenes periódicos evitan que el auditorio se extravíe y aseguran un mejor
seguimiento del hilo argumental.
4. Exponer paralelismo - o contraposiciones - también ayuda a precisar y clarificar
el mensaje que tratamos de comunicar. Enfatiza lo que pretendemos expresar y
nos permiten dar al mensaje los contornos y matices que queremos trasladar
(razón/emoción; ciencia/experiencia, etc: contrastes.)
5. Amplificar una idea de nuestro discurso, bien recurriendo a la síntesis de lo
expresado y a su repetición resumida; o bien, recalcando dicha idea desde
diferentes puntos de vista. Con ello, se aclara y profundiza el mensaje, y el
receptor podrá captar los matices y el conjunto de la idea expresada. Se