realizado) bajó de 35,3% a 30,3%, la sobre educación (alto nivel educativo
para los trabajos realizados) aumentó de 14,9% a 20,1%. De esta manera, se
configura el “desajuste educativo” que alcanza el 50% de los empleados en
el país y que es mucho mayor que en otros países del mundo, según
estudios. Una consecuencia lamentable de este fenómeno es que no
siempre los esfuerzos realizados por alcanzar mayores niveles educativos, se
ven compensados con salarios proporcionales.
Los resultados arrojaron que la mayoría de los profesionales están
correctamente ocupados, en cambio el 66,3% de los técnicos y tecnólogos
resultan sobre educados. En cuanto a la sub educación, los mayores niveles
los experimentan los trabajadores con educación primaria. Aunque el
desajuste educativo es similar entre géneros, las mujeres colombianas
tienen mayores niveles de sobre educación que los hombres. La población
joven es más sobre educado. En edades más avanzadas la sub educación se
incrementa, especialmente en los mayores de 55 años.
El estudio halló que, en sectores como trasporte, comunicaciones,
establecimientos financieros, electricidad, gas, agua, y minería se presentan
más personas sobre educadas, que aquellos como la construcción, el
comercio, restaurantes y hoteles.
El ingreso es un asunto discutible también porque para la población sobre
educada los salarios resultan inferiores a lo esperado, mientras que los
trabajadores sub educados reciben ingresos laborales superiores a sus
pares con el mismo nivel educativo en condición de ajuste educativo.