Laura Esquivel (Ciudad de México, 1948) publicó esta novela en 1989. Como agua para
chocolate fue pronto traducida a 33 idiomas y llevada al cine por el cineasta Alfonso Arau, por
entonces marido de la escritora. El guión de la versión cinematográfica obtuvo numerosos
galardones internacionales, convirtiendo a Laura Esquivel en una de las escritoras
latinoamericanas más populares del mundo. La relación de Esquivel con los rituales culinarios
no se agota en esta novela y ha continuado en sus relatos íntimas suculencias. Para !a
escritora todo acto gastronómico es un acto comunitario, ya que siempre se trabaja para el bien
del otro.
«Tal vez la única salida que nos queda es rescatar el fuego civilizador y convertirlo
nuevamente en el centro de nuestro hogar. Reunámonos junto a él para reflexionar sobre
nuestra relación íntima con la vida. Recuperemos el culto a la cocina, para que dentro de ese
espacio de libertad y democracia, podamos recordar cuál es el significado de nuestra
existencia», ha escrito Laura Esquivel.
Si el regreso al fuego, para celebrar humanizados y creativos actos gastronómicos, forma
parte de las creencias de la escritora mexicana, su escritura de sentimientos es, en gran
medida, una revisión de los avances implacables de la sociedad tecnocrática, una reflexión
sobre un mundo más interiorizado y tal como ha declarado Laura Esquivel un laboratorio de
alquimia en el que, al igual que en los fogones, «una se mete, juega y aprende».