o un grupo de personas demuestra la estabilidad que existía con anterioridad) y con su particular característica sería bien visto un aumento en su castigo. Puede señalarse cómo ejemplo de esta problemática el robo de los recursos económicos por parte del tesorero de “x” o “y” proyecto y el enojo consiguiente de aquellos que la componen.
¿La solución? Una frase que todos hemos escuchado y pocos puesto en práctica: no confíes en nadie. Más filtros, más encargados y más socios en cualquier área en que estos crímenes puedan llevarse a cabo y nuestra consciencia respecto a la posibilidad.
En todos lados hay ladrones y sería exceso asertivo pedir una situación utópica en la que solo conocemos a personas de bien y moral perfectas acorde con el estándar social.
¿Cómo se vive el momento?
Las traiciones que involucran un robo no solo atentan contra la integridad de la víctima, sino que también afectan los sentimientos de esta. El hecho de que el criminal enfoca el propósito entorno a una satisfacción egoísta más que a una necesidad nos obliga a reflexionar acerca de lo viable de nuestras amistades y contactos.
¿No se pierde más al proceder con un crimen de esta categoría que lo que se gana: Un pequeño momento de satisfacción?
Este texto no refiere pues como se ha indicado a los robos en general, refiere a la interrogativa de aquellos que incluyen una traición en su proceso: Políticos, Empresariales, Amigos…
En mi opinión los robos de este estilo no son por ningún motivo justificados (el hecho de que se traten de atentados que afectan emocional y directamente a una