Por tanto, el racionamiento en el humano, es una herramienta transversal a todas las manifestaciones del mismo, llámese ciencia, cultura, lenguaje y arte, puesto que, ha estado presente en todo el proceso evolutivo de este.
Pero, ¿Cómo identificamos que, en la cotidianidad hacemos uso de esta herramienta? El hombre desde su niñez, cuando inicia el proceso de adaptación al entorno hace uso de una geometría subconsciente al establecer las nociones de tamaño, distancia, proporción, cercanía, amplitud, etc.
Y no necesita cursos de matemática avanzada para establecer estos conceptos. Cuando avanza el proceso de desarrollo humano en la sociedad, nos enfrentamos a distintas situaciones que nos exigen razonar para dar solución, ejemplo:
a) al realizar planes de inversión a partir de los ingresos
b) al realizar compras diferidas a crédito
c) al calcular el promedio de notas cuando finaliza el semestre
d) al establecer la relación entre la distancia y el tiempo que tardamos en llegar a nuestros sitios de trabajo, universidad o simplemente a la cita médica, entre otras.
Por tanto, se puede inferir que, nos enfrentamos diariamente al uso del razonamiento cuantitativo, en la medida en que damos solución a cualquier tipo de problema desde uno simple y pequeño hasta uno de alta complejidad.
En conclusión, todos los seres humanos tenemos desarrollada la capacidad de razonar cuantitativamente, puesto que, esta capacidad no es selectiva en el hombre, por el contrario, todos la usamos todo el tiempo en cualquier situación que se presente en la vida diaria.
Pino, O., Sologuren S. (1997). Historia de la geometría. Revista del Profesor de Matemáticas RPM, 5(1), 60-34.
Referencias