de nosotros y la forma como debemos responder ante cada situación, etc. Cuando dos personas se encuentran se leen recíprocamente, por ejemplo: leen lo que dicen, la forma cómo lo expresan, el lenguaje corporal, el tono de voz, el timbre, el acento particular de su vocalización. Todo es un acto de decodificación no solo de letras, sino, de la vida. Igualmente realizamos lectura del mundo cuando visitamos y hacemos el recorrido por una ciudad o sitio desconocido, es necesario estar leyendo todo el tiempo mapas, placas con el nombre de las calles, letreros que anuncian el nombre de negocios y restaurantes, etc.
El dilema entonces está en cómo se crea el hábito de la lectura en los adolescentes, cómo se empieza a sentir el gusto por leer. Los programas institucionales desde la academia sobre lectura operan desde el mismo criterio moral: leer es bueno, por lo tanto, promocionar la lectura es algo bueno; aceptar esto es fácil. Lo que falta, de acuerdo con Téllez (2016), es explicar por qué pensamos o por qué se supone que tenemos que pensar que leer es algo bueno y por qué debería preocuparnos como sociedad que la gente lea más. La mayoría de las campañas culturales se concentran en muchas otras cosas: en el tiempo de la lectura (lee 20 minutos al día), en la relación afectiva entre lector y libro (enamórate de un libro/personaje), en la construcción de metáforas alrededor del acto de la lectura (tipo: leer te da las alas, leer te abre los ojos, etc.) y en la presentación de la lectura como algo absoluto.
Pero, ¿por qué debería uno leer y no hacer cualquier otra cosa? Según Robles (2012) el aspecto principal de la lectura debe estar basado en eso que genera empatía en el lector. Se puede leer tanto como se puede hacer cualquier otra cosa. Si partimos de este supuesto, se convierte en una posibilidad que, aprovechada, nos enseña a escuchar y permite que nos reconozcamos en los otros.
Hace unos años leer era divertido, contar historias entre amigos, era el plan favorito, pero, ¿qué sucedió? ¿Por qué esa brecha negativa y marcada hacia lectura? Sucede que, cuando no estamos familiarizados con un tema, con el autor o con el estilo, leer se vuelve aburrido, pesado. Por tanto, surge la propuesta, “Lee lo que quieras, pero lee” que invita a leer noticias, cuentos, curiosidades, poemas, canciones, correos electrónicos, leer en el celular, tweets, redes sociales, resolver acertijos, etc. lo que este a tu alcance y de tu gusto.
La lectura es un proceso continuo en la vida de todo ser humano, pero hay que cambiar el imaginario, hay que entender la lectura como una práctica social y cultural, y con este objetivo el Ministerio de Educación (2010) asumió el compromiso junto con el Gobierno Nacional de convertir a Colombia en un país de lectores, mediante el Plan Nacional de lectura y escritura, dónde la lectura es el eje central de dichas campañas. Finalmente, Garrido (1990) refiere que no solo es leer para adquirir conocimientos útiles para el mundo