CODEX VM MAGAZINE Codex VM Magazine 1.02 Febrero 2017 | Page 10

paraPSICOLóGico

canalizAción

¿Qué o quién nos contacta?

Tras cuatro décadas entre fenómenos y personajes asaz insólitos, comienza a de-cantar la vivencia acumulada y se cristaliza en una opinión formada --pero susceptible a tomar nuevas formas--, respecto a la naturaleza de los hechos de los cuales se ha sido testigo directo o indirecto.

Después de muchos relatos recogidos sobre “contactos telepáticos” con extra-terrestres, espíritus desencarnados, seres de alta o baja jerarquía espiritual, etc., comencé a preguntarme cuánto hay de cierto o no en estas historias y cuál es su etiología, su causa primera.

Estoy convencido, por evidencias acu-muladas, que los contactados realmente contactan con “algo” o con “alguien”. El problema es que no podemos probar con qué o con quién. La opinión que los propios contactados tengan de la fuente de sus experiencias --sean éstas de marco reli-gioso con la Virgen o Jesús, sean de marco tecnológico con cosmonautas interpla-netarios, o sean de un marco familiar con el espíritu de la tía Clara-- es respetable pero poco confiable.

En las vacilaciones más innatas del ser humano, si una entidad se presenta como el hijo de Dios, con un florido mensaje en castellano demodé sobre paz y amor, y paradójicamente amenaza con catástrofes (mundanas o planetarias), la tendencia del contactado será la de identificarse con la trascendencia del mensaje y el mensajero. Legítima manera de escapar al anonimato y a la vida cotidiana.

Racionalización

Sería un error dejarse llevar por una tentadora racionalización conformista y deducir, en consecuencia, que toda la infor-mación canalizada es sólo el subproducto espúreo, el residuo desechable de una psicopatología en ciernes, o cuando menos una autoestima alicaída en busca de estímulos espirituales imaginarios. Sería un error por varias razones:

a) Las psicopatologías no vienen solas. En muchos casos el “contactado” es una persona equilibrada en términos psico-lógicos, afectivos y sociales, excepto en las circunstancias de su “contacto”. Todo cuadro psicopatológico se advierte por su compleja sintomatología. Es interesante como algunos contactados, a veces por sus propias exigencias profesionales, son sometidos a chequeos clínicos de tipo físico y psicológico que no revelan ninguna perturbación.

b) El protagonista manifiesta ciertas aptitudes (fisiológicas, intelectuales o para-psicológicas) de las que carecía antes del “contacto”. En muchos casos superan lo normal y previsible, siendo, en consecuen-cia, aptitudes paranormales.

c) El destino del “contactado” o “canali-zador” es azaroso pero se resume en tres posibilidades: (1) Se autodestruye física o psicológicamente, o “es destruido”. (2) Permanece en búsqueda y crecimiento de la vía ¿elegida? (3) Tras el “lapso místico”, vuelve a la vida cotidiana, siendo la canalización apenas un recuerdo.

Ninguna psicopatología (sobre todo tan aguda como desde la ortodoxia se supone debería ser un cuadro de estas carac-terísticas) remite espontáneamente y sin dejar secuelas, como en este último caso.

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ABORDAJE

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