DUELOS
DE UNO MISMO
Autoconocimiento
Solemos asociar los duelos a la pérdida de un ser querido, y nada tiene de errado este concepto. Pero podemos observar que dicha palabra, se define de varias formas según la real academia española. Una de ellas, y afín a nuestra asociación, menciona que trata de una demostración que se hace para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien. Pero antes que ello, esta palabra, que proviene del latín “dolus” (dolor), se define también como “Dolor, lástima, aflicción o sentimiento. Y hacia este último concepto me dirijo. Cuando uno está cansado de la vida que lleva, se produce aquello que desde el coaching ontológico lo definimos como “quiebre”, que no es ni más ni menos, que declarar BASTA!. Cuando nos hartamos de algo que nos duele, sea esto una relación, un trabajo, una mala costumbre, etcétera, uno debe dejar de ser quien era en algunos aspectos, para convertir ese quiebre, en una oportunidad de crecimiento. Este proceso, requiere dejar ir una parte de lo que uno era hasta aquí, o sea, dejar ir.... “duelo”, de una porción nuestra. Nos adentramos entonces, en las etapas de un duelo, para que observemos a que me refiero.
Etapas
CRISIS
Esta es la etapa donde uno colapsa, explota, y se requiere de esta explosión interna para que el cambio comience a producirse.
NEGACIÓN
Una vez hecho consciente el dolor, casi como por acto reflejo, proyectamos en el afuera la causa de este dolor. Generalmente esta negación, esconde el miedo a indagar el origen que causa nuestro sentir. Es importante aquí, recordar que lo que negamos, tarde o temprano termina sometiéndonos.
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