Rocamadour está de alguna manera conectado a la Toscana: a una treintena de kilómetros de Chiusdino se encuentra la iglesia de Santa María di Rocamadore, cuyo nombre se asemeja a la localidad del mencionado santuario francés. Como decía antes, la leyenda de la espada de San Galgano parece ser antes de la introducción del mito de la espada del Rey Arturo, tal como afirman algunos expertos. Pese a todo, la espada todavía se encuentra clavada en una roca, en un lugar próximo de la abadía, una iglesia conocida como “La rotonda de Montesiepi”, allí permanece hasta hoy en día, unida a esa roca, nadie pudo extraerla, salvo en un acto vandálico que destruyó la roca, pero afortunadamente no pasó a mayores, por ese motivo se encuentra protegida por una reja y urna de plexiglás. Pero cuidado que el castigo divino puede ser cruel con los que intentan robarla, así nos narran las crónicas de tres ladrones que intentaron llevarse la espada de Galgano en ausencia de este último. Uno se electrocutó al instante por la caída de un rayo, otro se ahogó en un río, mientras que el tercero fue atacado por un lobo que arrancó las dos manos (en la ermita, se puede ver los huesos momificados de las manos del ladrón), pero se salvó en el último momento, ya que, arrepentido, solicitó el perdón.
Pese a todo, la Abadía de San Galgano, a escasos metros del lugar de la ubicación de la espada, es hoy una ruina, el techo se derrumbó en el siglo XVIII a consecuencia de un terremoto, y con ella, la torre del campanario. Desde entonces, la Iglesia ya no la utiliza para el culto, ni se reconstruyó después. Su ermita construida en su honor, sigue manteniendo un extraño secreto entre sus paredes, la cubierta de la ermita recuerda a las antiguas tumbas etruscas, incluso hay referencias a la tabla redonda de los caballeros. Curiosamente, todavía no se han dado con los restos del santo, pese a existir un cráneo atribuido al mismo. Mientras tanto, podemos soñar y disfrutar del cielo nocturno entre las paredes de esta abadía en la Toscana, admirar la ermita dedicada a San Galgano. Un lugar mágico, bajo un manto de estrellas, las mismas estrellas que tanto menciona Dante en la Divina Comedia, rememorando las leyendas artúricas y sus caballeros de la mesa redonda, soñando con extraer esa mágica espada hundida en la roca y convertirnos en reyes del mundo, aunque sólo sea eso…un sueño.
Ángel Beitia. Escritor y divulgador.
lA LEYENDA DE
LA ESPADA ES
ANTERIOR AL
MITO DEL REY
ARTURO. PESE A
TODO, LA ESPADA
AUN PERMANECE
CLAVADA EN
LA ROCA.