La panificadora mexicana que
conquistó al mundo
Teniendo un valor estimado entre 2 y 3 miles de millones de dólares, Bimbo tiene una de las
historias de desarrollo y crecimiento más interesantes a nivel internacional
La historia de la panificadora de mayor tradición en
México comienza después de la Segunda Guerra
Mundial a cargo de Lorenzo Servitje Sendra, José
T. Mata, Jaime Sendra Grimau, Jaime Jorba Sendra
y Alfonso Velasco, el inicio de Bimbo se remonta
exactamente el 2 de diciembre de 1945, con sólo 34
empleados.
Panificación Bimbo, como se instauró en aquel
entonces, llamó la atención del público con un nuevo
producto hasta ese momento: el pan de caja.
También incursionó en la producción de pan de
centeno y pan tostado. Su aceptación fue tal que, para
1948, su oferta ya incluía nueve productos y en 1952
salieron a la venta las Donas del Osito y una nueva
línea de bollos.
En este mismo periodo, la compañía inició actividades
de responsabilidad social, al destinar parte de sus
utilidades para abrir y mantener una escuela.
Más tarde, en su búsqueda de mayor mercado en el
ramo de la pastelería, intentaron introducir la marca
Keik, aludiendo a la palabra cake (pastel en inglés).
Pero esta idea no tuvo éxito, a lo que, sin desistir a su
propuesta pastelera, optaron por vender pastelitos
empaquetados, lo que más adelante se llamó Marinela,
como una de las hijas de Lorenzo Servitje.
Al cumplir su primera década, en 1955, Grupo Bimbo
ya contaba con alrededor de 700 colaboradores y 149
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vehículos, los cuales se complementaron, en 1956,
con la apertura de la fábrica de Bimbo de Occidente
(Guadalajara), con Roberto Servitje, como Director
General.
A finales de 1958 lanzan Gansito, y a principios de 1960
el mercado se expandió con la llegada de Pingüinos
y Submarinos, convirtiéndose en productos emblema
de la marca.
El nombre proviene de la com-
binación de palabras “Bambi” y
“Dumbo”, películas favoritas de
la hija de Lorenzo Servitje. Esta
palara coincide con la forma
de llamar a los niños en Italia
y además, suena muy parecido a
como se dice pan en chino.
El crecimiento no se quedaría en ello nada más.
En 1971, como parte de una de sus estrategias de
negocios, Bimbo adquiere una pequeña fábrica de
chocolates en Ciudad de México y surge la empresa de
botanas Barcel, la cual ha sabido llevar productos como
Takis a otros mercados. Un año después, siguiendo su
línea de expansión, la empresa panificadora, instala la
planta más grande de América Latina, en Azcapotzalco,
Ciudad de México, la cual, con los años llegó a ser una
de las 10 más grandes del mundo.