Clase Empresarial.MX Junio 2020 | Page 31

Lo peor es que, estos recursos han sido dirigidos al combate del Covid-19 pero, los verdaderos estragos de esta pandemia comenzarán a azotar dichos lugares en los siguientes meses. Ante este posible panorama que, cada vez se aproxima más, los economistas Carmen Reinhart (economista en jefe del Banco Mundial) y Kenneth Rogoff (profesor de economía política en Harvard) presentan el argumento de que los pagos de la deuda deben ser suspendidos durante la crisis. Esto, con la finalidad de enfocar los recursos financieros a la lucha contra la pandemia y sus estragos. Ellos aseguran que el suspender los pagos de deuda de países en problemas son muy parecidas a las que se aplican a hogares, pequeñas empresas o en municipios. Estos argumentos se fundamentan en la urgencia de entender que esta experiencia no es igual en todos los lugares del mundo, sobre todo en los países en desarrollo. Un ejemplo de ello son los poblados en la India, Filipinas o en lugares de Latinoamérica, donde la cuarentena obligaría a encerrar a una familia de diez personas o más en una habitación/casa pequeña, esto sin contar la falta de trabajo, que esto atraería la falta de provisiones y una poca o nula compensación por la pérdida de salarios. Ellos agregan que, si nos guiamos por la historia, es posible que las disrupciones de las cadenas de suministro provocadas por la pandemia sean seguidas en poco tiempo por escasez de alimentos. Reinhart y Rogoff señalan que los líderes de las economías más grandes aún no deberían cantar victoria con la nueva “normalidad” a la que se irá exponiendo el mundo poco a poco. Advierten que sería una ingenuidad de parte de los acreedores (institucionales y privados) esperar que los países desvíen recursos de la lucha contra la COVID 19 para pagar deudas, tal como lo hacían antes de todo esto. De acuerdo a los economistas, la moratoria temporal que proponen sería aplicable a todos los países que no tengan calificación crediticia «AAA», avalado por organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial. Aunque, si bien, no todos los países contarían con el plazo moratorio, otros más tendrían una reestructuración de su deuda para bien de las partes. Ambas organizaciones cuentan con experiencia y capacidad para coordinar esta situación, siempre que Estados Unidos y demás potencias cooperen, para así salir de esta situación y, quizás, en algún futuro adelantarnos al problema. @revistaclaseempresarial • 30