La nueva forma de invertir con
responsabilidad social
Con la búsqueda para reducir el impacto climático para la siguiente década, los especialistas
calculan que esta financiación podría llegar a los 750 mil millones en 2020
Con las alarmas climáticas que han ido en aumento en los últimos años, la ONU no ha parado de advertir
la importancia de implementar medidas urgentes para evitar graves situaciones en cuestión ambiental.
Esto nos lleva a señalar que, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, destaca que, de seguir
así, de aquí a 35 años la temperatura media de la Tierra subirá 1,5 grados. Lo que se traduciría a que ciudades
enteras queden inundadas ante el aumento del nivel del mar.
Dicha problemática ha provocado que nuestra sociedad comience a cuestionarse sobre las medidas que
se deben tomar en cuestión a cambio climático, lo cual está produciendo movimientos ecológicos que,
incluso, han modificado la realidad financiera.
La financiación sostenible o verde, es algo de lo que ya se viene hablando desde 2012, y consiste
básicamente en un tipo de inversión en proyectos que beneficien al medioambiente, combatan el cambio
climático y sean socialmente responsables.
Una tendencia al alza
Desde el empujón que se dio a la financiación verde en el año 2015, con el “Acuerdo por el cambio climático
de París”, junto con el G20 y sus informes “Green Finance Study Group”, el tema en sí del cambio climático se
ha hecho un objetivo en sí mismo para la financiación institucional.
Son China y Estados Unidos, los principales emisores verdes con el 40% del total; sin embargo, existen
otros muchos organismos a nivel mundial, muy sensibilizados con el cambio climático, pues la gran meta
es conseguir, en el año 2030, un 32% de energía verde.
Un ejemplo que habla por sí solo, es el de Banco Santander, quien, en la actualidad es reconocido como
el banco más sostenible del mundo, según el Dow Jones Sustainability World Index 2019, debido a sus
políticas financieras sustentables, además de su intensa apuesta por la financiación de proyectos de
energías limpias. De hecho, uno de los objetivos del banco español es reducir sus emisiones, y esperan
que, en 2025, el 100% de la energía que se utiliza en el Grupo provenga de fuentes renovables.
Las finanzas pueden impulsar el uso de recursos para generar impacto socio-ambiental positivo. Cada vez,
la gama de instrumentos financieros se va ampliando con el objetivo de promover la sostenibilidad, misma
que, a la larga se traducirá en beneficios para la empresa, inversionistas, pero sobretodo, para el planeta.
@revistaclaseempresarial • 24