¿qué está pasando
con boeing?
Tal vez no hay nombre más popular en el mundo de
la aviación que Boeing. Su modelo B737, que entró
en servicio hace cinco décadas, es tan popular que
cada 1,5 segundos aterriza o despega uno desde un
aeropuerto del mundo. El necesario cambio del software del sistema es, en
principio, más fácil de resolver, pero requiere también
que el piloto entre en la ecuación de la solución. En
este caso, los pilotos deben familiarizarse de nuevo
con el sistema modificado.
Pero la reputación de este avión ha quedado
seriamente dañada tras estrellarse dos aviones de su
versión más avanzada en cinco meses, dejando 345
muertos en Indonesia y Etiopía, y eso puede amenazar
la existencia misma de la serie MAX si los pasajeros se
niegan a volar en él. El reto es enorme para el consejero delegado de la
multinacional, Dennis Muilenburg, que afronta esta
crisis cuando no lleva ni cuatro años en el cargo.
Boeing ha sido capaz de capear episodios similares
pero los analistas advierten que el coste puede ir más
allá del B737 MAX.
La empresa originaria de Chicago afronta la que se
considera la mayor crisis de historia. Tras estrellarse el
10 de marzo un B737 MAX 8 poco después de despegar
en Adís Abeba, numerosos países comenzaron a
cerrar su espacio aéreo a los vuelos de este modelo,
una prohibición a la que se sumó finalmente también
Estados Unidos. La suerte de Boeing importa. Su negocio es tan
grande como la economía de Ecuador y mayor que la
de Venezuela o Luxemburgo. En el 2018, el gigante de
la industria aeroespacial y de defensa registró ingresos
valorados en 101.100 millones de dólares (89.075
millones de euros).
Solo en dos ocasiones se ha ordenado una suspensión
de vuelos como la actual: tras desprenderse un motor
del ala de un DC 10 al despegar de Chicago en 1979 y
por el incendio de las baterías del B787 Dreamliner en
2013. Pero aquellas suspensiones se debieron a fallos
mecánicos que escapaban al control del piloto.
Los primeros análisis apuntan a un problema que
combina la automatización y el factor humano. Las
cajas negras del avión que se estrelló en Etiopía aún
se están analizando, pero hay similitudes de este
accidente con el del aparato de Lion Air en octubre de
2018 en Indonesia que afectan al sistema automático
de estabilización (MCAS) y la capacidad de control del
piloto.
09 • @revistaclaseempresarial
Además, es la compañía que tiene más peso en el
índice Dow Jones, con un valor de mercado que
superaba los 250.000 millones de dólares antes del
accidente de Ethiopian Airlines. De ahí pasó a perder
el 12% de su valor la última semana.
Esta crisis y el daño a la reputación del modelo B737
puede debilitar a la compañía en la negociación
de futuros contratos. Si, además, afecta al ritmo de
producción del avión, eso puede restarle poder con
los suministradores de componentes.
Todo esto sin tener en cuenta la presión pública, de
los políticos, ni las demandas de los afectados o el
impacto en los 100.000 empleados que Boeing tiene
por el mundo.