donde la seguridad, la eficiencia energética y el diseño se cruzan como prioridades.
“ Lo ideal sería que nunca tengamos que usar una luminaria de emergencia, pero en caso de que ocurra, debe estar lista para responder”, subrayó Pérez. Esa frase resume la esencia de un negocio que, más que vender productos, vende tranquilidad, confianza y resiliencia.
En tiempos donde la prevención se convierte en la mejor estrategia, la iluminación de emergencia deja de ser un lujo para transformarse en una necesidad indispensable. Y quienes logren entenderlo y adoptarlo no solo estarán invirtiendo en seguridad, sino también en el futuro mismo de sus comunidades.
CLASEEMPRESARIAL · Septiembre 2025 19