La tendencia de cambio en los hábitos de consumo de la sociedad vuelve más complejo al mercado nacional . Los hábitos son un asunto de conciencia y voluntad propia , nunca será a través de decretos , imposiciones o prohibiciones .
A partir de la pandemia de COVID-19 se aceleró la tendencia de cambio en los hábitos de consumo de la sociedad , volviendo más complejo al mercado nacional , instalándose con toda fuerza el nicho de productos light ( bajos en azúcar y en sodio , libres de gluten ) y orgánicos ( libres de pesticidas ).
Consecuentemente los portafolios de las cadenas productivas incrementaron sus presentaciones , fórmulas y tamaños para adaptarse a este segmento de consumidores de nuevo acuño que orientan su ingesta a alimentos naturales , buscando volver al origen y rescatar una cultura de vida saludable .
“ Además de todos los cambios productivos que esto implicó , surgieron también retos logísticos en el abasto y distribución de las mercancías al punto final de venta . De esta vorágine de cambios del mercado , el gobierno también tomó su ticket al decretar un nuevo etiquetado de advertencia frontal y octagonal , dejando atrás al cuadro nutricional y buscando con esto acelerar un cambio de hábitos de consumo en la población ; sin embargo , los hábitos son un asunto de conciencia y voluntad propia , sólo cambian por pie propio cuando la gente decide hacerlo , es decir , la curva de aprendizaje de esta asignatura es que nunca será a través de decretos , imposiciones o prohibiciones comerciales ”, refirió Cuauhtémoc Rivera , presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes ( ANPEC ).
La modernidad del mercado y los verdaderos consumos de la población no están reflejados en la lista de productos y beneficios que están inscritos en la actual canasta básica . Las consecuencias de esto son muchas .
Urge antes que nada llenar de nueva cuenta el carrito de la canasta básica , entendiendo que , si bien hay una suerte de tronco común en las compras esenciales en el país , también hay consumos locales que distinguen a cada una de las regiones , por lo que para tener un mayor acercamiento al consumo real nacional , la tarea es definir no sólo la canasta nacional sino las canastas regionales .
“ La mirada del estado padece de estrabismo ante la compleja realidad del mercado . En resumen , necesitamos una nueva canasta básica que contemple los productos diferenciadores de cada región y , a partir de esto , definir de manera transparente una metodología que ofrezca una medición de la inflación con mayor objetividad y corresponder todo este esfuerzo a la decisión que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos debe tomar respecto al aumento anual , en el entendido de que es un derecho de los consumidores contar con esta información mientras que para el Estado es una obligación proporcionarla ”, sentenció Rivera .
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía ( INEGI ) está por detonar este proceso , así lo ha anunciado . Es nuestra esperanza que lo haga de manera democrática y transparente , sin sesgo alguno , escuchando y tomando en cuenta todas las voces de la sociedad . Si así lo hicieran , el pueblo los premiará y si no , que los demande .
CLASEEMPRESARIAL · Septiembre 2024 15