Los mayas se instalaron en la península de Yucatán -actualmente México-, Guatemala, El Salvador y Honduras. Hablaban numerosos dialectos y fueron guerreros y grandes constructores -destacan especialmente sus templos y pirámides y muchas de sus ciudades son actualmente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La economía se basaba en la agricultura, principalmente de maíz, frijoles y tubérculos. Sus técnicas de irrigación del suelo eran muy avanzadas para la época. Practicaban el comercio de mercancías con pueblos vecinos y en el interior del imperio.
Los mayas eran un pueblo agricultor que evolucionó desde la práctica de una agricultura extensiva de rosas a un modelo intensivo que les permitió cultivar durante siete u ocho estaciones sucesivas. Por ello, los mayas construyeron un sistema de canales que les proporcionaba agua durante la estación seca.
Los mayas en el campo de las matemáticas habían descubierto la necesidad del número cero, llegando a un nivel de desarrollo que no habían logrado en Europa ni los griegos ni los romanos.