Circuito Turístico II
naturales o aspectos de la cultura local que son únicos, no se pueden copiar y
constituyen una ventaja competitiva.
Por el contrario, hay regiones que dependen de atracciones creadas por el hombre
tales como casinos o parques temáticos. Dicho tipo de atracciones presentan un
mayor riesgo ante la competencia porque no ofrecen nada que no pueda ser replicado
en otro lugar y han de introducir cambios constantemente para mantener su posición
competitiva.
Singularidad: A medida que nuevas áreas se incorporan al desarrollo turístico se hace
necesario encontrar y desarrollar nuevos productos. Los destinos que se limiten a
imitar atractivos que ya existen no ofrecerán nada nuevo al turista. A través del
inventario de recursos se pueden identificar múltiples oportunidades, pero es
necesario escoger un mix de productos que ofrezca nuevas experiencias al
consumidor. Dicho proceso no es fácil, sin embargo, la novedad es lo que atrae turistas
hacia un destino.
Multiplicidad de actividades: Disponer de un atractivo único no siempre es suficiente.
Los turistas necesitan opciones y alternativas que les inviten a quedarse más tiempo o
a disfrutar más. Hay que tener en cuenta que la oferta de actividades ha de ser
compatible con las atracciones principales, y con los recursos naturales y culturales de
la zona.
A lo largo de la historia la práctica del turismo ha venido evolucionando, modificando
patrones de viajes que han permitido el surgimiento de nuevos destinos alrededor del
mundo. Incluso hacia el interior de las naciones, las formas de viaje y los destinos
visitados se han modificado, incrementando el tipo y número de productos turísticos.
Esta diversificación de productos turísticos se da a partir de los nuevos segmentos de
mercado que surgen con la modificación en los patrones sociales como el surgimiento
de viajes monoparentales o el incremento de tiempo libre a lo largo del año por lo que
resulta necesario identificar qué segmento de mercado puede tener acceso al destino,
con qué frecuencia, cuál es su gasto promedio, etc. y diseñar así el producto que tenga
mejores posibilidades de éxito.
El número de productos en el mercado es muy alto por lo que también resulta
necesario enfocarse en las áreas de acción para la promoción del destino. Para esto es
indispensable la participación de dos principales actores: el sector público y el sector
privado.
Por su parte, el sector público necesita garantizar que su destino ofrece los tipos de
experiencia de viaje más apropiado para el visitante, teniendo siempre en mente
cualquier limitación impuesta por los recursos del destino (Goeldner, 2011). De la
misma manera, la participación del sector privado juega un papel importante en el
alcance del éxito y necesita involucrarse con las tareas del sector público a través de
las asociaciones del sector.
De esta manera, los sectores público y privado de cada nación necesitan realizar, de
manera conjunta, un plan de desarrollo que permita la toma de decisiones adecuada
para el alcance de las metas que se formulen y que dé así, les permita competir en sus
regiones, naciones y a nivel mundial.