“El cerebro es a veces capaz de
compensar por otros desperfectos
usando la música como medio de
comunicación”, dijo Francis Collins,
director de los institutos de salud y
quien también es guitarrista.
A fin de lograr ese efecto
terapéutico,
“sería
excelente
averiguar qué partes del cerebro
han quedado intactas y pueden
responder a la música, es decir,
saber cuáles son las partes del
cerebro que entran en acción en
caso de necesidad”, expresó
Collins.
No es un área totalmente nueva. Se
sabe por ejemplo que tocar un
instrumento,
desarrolla
la
capacidad auditiva e impulsa
destrezas como la lectura y otras
áreas de aprendizaje. Algunos
sobrevivientes de infartos pueden
cantar aunque no pueden hablar, y
algunas víctimas del mal de
Parkinson pueden caminar mejor si
lo hacen con acompañamiento
musical.
entran en acción en medio de una
actividad musical. El experimento
fue simple: primero, Fleming recitó
la letra de una canción, hablada.
Luego la cantó. Y tercero, se
imaginó en cómo la estaba
cantando.
“Estamos tratando de mejorar
nuestro entendimiento del cerebro,
no sólo para poder aprender más
sobre
las
enfermedades
psiquiátricas,
o
sobre
las
enfermedades y las heridas, sino
también para ver qué ocurre
cuando un cerebro funciona bien,
qué
ocurre
cuando
está
funcionando a un alto nivel”, dijo el
investigador de los NIH David
Jangraw, quien le reveló a The
Associated Press los datos
reflejados en la resonancia
magnética.
Tomado de Cubasi.cu
Pero lo que falta es un rigoroso
conocimiento científico de cómo el
cerebro procesa la música cuando
la percibe, y cómo escuchar o crear
música ayuda a la salud, y los NIH
están ahora comenzando a
financiar ese tipo de experimentos.
Un día reciente la conocida soprano
Renee Fleming comenzó a cantar
desde la cámara de resonancia
magnética de un centro médico
adscrito a los NIH.
La estrella de ópera estuvo dos
horas en la máquina en un intento
por ayudar a los expertos a
dilucidar qué sectores del cerebro
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