A M A U T A 6
A R T Í C U L O
DE OPINIÓN
Con la ciencia moderna, el hombre es considerado como un ingeniero racional que dirige y utiliza en su propio provecho las fuerzas del cosmos, un hombre que cuando observa el mundo lo calcula y lo matematiza, y que será el hombre de éxito y el tecnócrata. A través de la ciencia, la razón moderna le otorga al hombre los máximos poderes para que ordene autónomamente el mundo natural, mental, social y ambiental de acuerdo al criterio originado en la cientificidad, y según el método científico que sólo acepta como verdaderas aquellas proposiciones que se puedan verificar y probar.
Los efectos mentales, sociales y ambientales originados por la implementación de la racionalidad moderna, pusieron en evidencia los conceptos de educar, aprender, entender, sentir, imaginar, querer y tener un pensamiento humanista.
Por tal razón, en la actualidad, es fundamental que los centros educativos accedan a los conocimientos científicos porque permite al docente y estudiante explorar el potencial de la naturaleza, sin dañarla y respetando nuestro planeta. Así, los estudiantes llegaran a tomar conciencia de la riqueza de las implicaciones e impactos que tienen las ciencias en la vida cotidiana. Por otro lado, la enseñanza de las ciencias favorece al estudiante en su desarrollo de sus capacidades de observación, análisis, razonamiento, comunicación y abstracción; permite que piensen y elaboren su pensamiento de manera autónoma.
Además, construyendo su cultura científica, ese niño-adolescente desarrolla su personalidad individual y social. El aporte de las Ciencias de la Naturaleza debería facilitar la aproximación de los estudiantes a la realidad natural y contribuir a su mejor integración en el medio social.
Katheryne Julca Huamán