Eso nosotros
Esto, nos-otros, que habitamos desde otros, y en palabra tendida, decimos,
acá estamos, bajo la negra flor de la tinta: escribimos.
Fundados de silencio manifestamos de voluntad el encuentro en desgarro.
De arrabalero destino reunidos, somos una pregunta llena de viento,
respirada por quienes suspiran y transpiran el hallazgo cotidiano del otro.
Ante el horizonte nihilista en el que nos encontramos derramados, en
comunidades balbuceantes, fabulamos los utópicos bordes de lo imaginario
en una lucha a muerte frente a los mandatos racionales.
¿Quién carajo dice que lo que no se nombra no existe? Si la lluvia nos crece
en la punta de los dedos y el murmullo sangrado de nombres desconocidos.
Desde que los últimos autores murieron: ni uno ni todos. Desde el éxtasis de
la clandestinidad y del olvido, les invocamos.
Nos-otros, que hablamos desde SU voz, desde la voz de nadie, bajando y corte
línea franca a esa enajenante y ambigua propiedad intelectual que encierra la
carne del decir.
Pretendemos ser verdugos de todas las pretensiones absolutas, escupimos
y lanzamos flechas envenenadas con irónica sacralidad sobre sus ídolos, sus
murallas-espejo.
Abrimos el vacío en el paisaje no dicho. Saludamos y convocamos a las
individualidades presentes a que confluyan en estas palabras, como pretexto
para existir.