Chubasco en Primavera
¿ Qué es justamente el mito sino ese significante vacío que es rellenado? Podríamos preguntarnos si el significante está vacío ¿ por qué es preciso que se lo llene? Precisamente porque ese significante que está vaciado de sentido, en su ilogicidad, produce efectos, como un bullicio o un ruido de fondo que insiste. Otra pregunta que surge al paso es ¿ en el mito mentimos? No. Sólo vemos un cuerpo vacío y lo animamos. Tal como sugiere un personaje de Bioy Casares sobre la identidad de los poetas. No se puede analizar el mito, ni la poesía, ni el arte en el ya delirado binomio de mentira-verdad porque lo desbordan por todas partes. Ya no buscamos la muy querida y venerada“ verdad”, claro que detrás de ella hay un empuje de un ejército, aquellos que Nietzsche llamaba los veraces; la aristocracia de la verdad. Pero no, ese ya no es nuestro horizonte. Yo más bien creo en un Chubasco de primavera, en su fuerza repentina y trastornadora, en su aparición espontánea y en su repliegue, creo, también, en la gota de rocío que se desliza sobre la inocencia de la rosa. Creo en aquellos instantes simbólicos. Creo en estratos ficcionales que se abren( que abrimos casi a martillazos) y que generan distintos planos de posibles horizontes, que no necesariamente son una mentira pero tampoco son verdad. Somos sofistas y confabuladores, armamos edificios evanescentes de un azul bellísimo que cae. Tomamos la vida como realmente es: un delirante y hermoso teatro. Tratamos de escaparnos del lenguaje, sabemos que este camino está perdido, pero lo aspiramos, porque estamos derrotados; aspiramos la plenitud de la imagen. Su simultaneidad y el goce estético del instante.
Chubasquea, y alguie